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MensajearMorelia, Mich., a 21 de julio de 2025.- Un crimen que debió conmocionar a la comunidad estudiantil de Michoacán y a los siempre combativos normalistas, pasó en silencio por las aulas de la Escuela Normal de Tiripetío, donde el asesinato de un estudiante sacó a la luz la existencia de una red de venta de droga al interior del plantel, encubierta por la comunidad de esa escuela.
Lejos de operar como una escuela, la Normal de Tiripetío se ha convertido en un foco de la delincuencia, con señalamientos desde hace varios años por vínculos con bandas dedicadas a la venta de droga y el robo de vehículos, respaldados por la comunidad estudiantil que a la menor provocación roba, saquea, bloquea caminos y quema vehículos.
Aunque la escuela tiene un director, son los grupos de encapuchados la cara más visible de la Normal de Tiripetío, quienes se financian del “boteo” y el saqueo de vehículos repartidores y al parecer también con la venta de droga.
El pasado 13 de abril se reportó la desaparición del estudiante normalista Carlos Eduardo Castro Matías, de 21 años de edad, quien fue visto por última vez cuando salió de la normal de Tiripetío, acompañado de otro joven cuya identidad se desconocía.
Al no saber nada del estudiante, el día lunes la familia levantó la ficha de búsqueda ante la Fiscalía del estado; luego de manifestaciones, bloqueos carreteros y un operativo por tierra y aire para dar con él, el viernes su cuerpo sin vida fue localizado a 9 kilómetros del lugar de su desaparición.
En una brecha a unos metros de la Autopista Siglo XXI, fue localizado el cadáver de Carlos Eduardo, en estado de descomposición. El cuerpo estaba atado de pies y manos y tenía el tiro de gracia, así como huellas de tortura y múltiples contusiones.
Fuentes de la Fiscalía General del estado y de Inteligencia Militar han señalado que se investiga la venta de sustancias ilegales al interior de la Escuela Normal, como una de las causas relacionadas con este crimen.
Las versiones apuntan a que el joven contrajo una fuerte deuda con criminales de la región, quienes actuaron con suma violencia al no recibir su pago.
Las investigaciones de la Fiscalía del estado apuntan a que Carlos Eduardo fue traicionado por un compañero Julio César N. Un joven que acudió a comprar marihuana a la Normal de Tiripetío, avistó a Carlos Eduardo y Julio César saliendo del plantel educativo.
Carlos Eduardo fue llevado a un bar donde se encontraban otros hombres –entre ellos Álvaro “N”, ya vinculado a proceso–, con quienes el estudiante sostuvo una discusión.
Tras este altercado, Álvaro “N” golpeó a la víctima y la trasladó al municipio de Lagunillas, donde fue privada de la vida mediante disparos de arma de fuego. El cuerpo sin vida del estudiante fue localizado el pasado 18 de abril.
Agentes de la Fiscalía que investigan el caso, fueron rechazados cuando intentaron ingresar a la Normal. Aunque se esperaban manifestaciones por partes de los normalistas, estas nunca llegaron.
Asimismo, aunque hay tres detenidos procesados por este crimen, las autoridades no han informado de los avances en el esclarecimiento del crimen y los motivos detrás de este.
