Zitácuaro, Mich., a 29 de septiembre de 2025.- La justicia en Michoacán volvió a convertirse en sinónimo de impunidad. Este lunes se reportó que Magdiel “N.”, señalado como asesino directo del periodista Armando Linares López, fue liberado sin que la Fiscalía General del Estado ofreciera una sola explicación. El hecho resulta aún más indignante porque apenas en marzo pasado su cómplice, Carlos S., alias “El 02”, también fue absuelto por un juez, a pesar de que ambos fueron captados en video durante el crimen.
El caso, que estremeció al país desde el 15 de marzo de 2022 cuando Linares fue ejecutado en Zitácuaro, hoy está prácticamente borrado del mapa judicial. No hay detenidos, no hay responsables, pero sí hay pruebas: grabaciones que evidencian la supuesta participación de los dos hombres que hoy caminan en libertad como si nada hubiera pasado.
La presunta liberación de Magdiel “N.” es vista como un insulto para la memoria de Linares, quien en vida denunció amenazas y señaló a criminales de la región. Su asesinato, lejos de resolverse, terminó convertido en un símbolo del fracaso institucional: jueces que alegan “falta de pruebas”, ministerios públicos que integran expedientes deficientes y autoridades incapaces de sostener un caso, aunque las imágenes del crimen circulen a la vista de todos.
En su momento, el secretario de Seguridad Pública estatal, Juan Carlos Oseguera Cortés, calificó estas resoluciones como actos de “desmedida irresponsabilidad” que sólo refuerzan la sensación de que en Michoacán se puede matar a un periodista y salir libre unos meses después.
Hoy, tres años y medio después del asesinato de Armando Linares, la impunidad no sólo persiste: se consolida. La pregunta que flota en el aire es brutal pero inevitable: ¿quién protege a los asesinos del periodista?