Ciudad de México, a 15 de diciembre de 2025.- México vive una de las etapas más letales para sus cuerpos de seguridad. En lo que va de 2025, al menos 332 policías han sido asesinados, una cifra que supera en 12 casos a la registrada en el mismo periodo de 2024. Pero el dato es aún más estremecedor: desde el inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum, el pasado 1 de octubre, suman ya 426 homicidios de policías en el país.
De acuerdo con la organización Causa en Común, la estadística revela una realidad cruda y constante: un policía asesinado cada día, lo que representa un incremento del 10 por cientorespecto al año anterior. La violencia no distingue turnos ni rangos, pero sí niveles de vulnerabilidad: los policías municipales encabezan la lista de víctimas, seguidos por los estatales y, en menor medida, elementos de la Guardia Nacional.
Los estados en llamas
El mapa del terror se concentra en entidades golpeadas por la disputa criminal y la fragilidad institucional.
Sinaloa encabeza la lista con 45 policías asesinados, seguido por Guerrero (37), Guanajuato (36), Michoacán (33) y Veracruz (24). En estas regiones, portar un uniforme se ha convertido en una sentencia de riesgo permanente.
Especial atención merece Sinaloa, donde desde septiembre de 2024 se desató una violenta pugna interna entre las facciones del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos” y “La Mayiza”, una guerra que ha dejado calles sitiadas, comunidades atrapadas y policías en la línea de fuego.
Entre el fuego criminal y la falta de protección
Aunque el combate frontal contra el crimen organizado se libra todos los días, muchas veces se hace con corporaciones mal pagadas, poco equipadas y expuestas, convirtiendo a los agentes en blancos fáciles para grupos delictivos que buscan imponer control mediante el terror.
Mientras las cifras siguen subiendo, la pregunta se vuelve inevitable: ¿quién protege a quienes nos protegen? La sangre que mancha los uniformes no solo refleja la ferocidad del crimen organizado, sino también la urgencia de replantear la estrategia de seguridad en un país donde ser policía puede costar la vida… cualquier día.








