De llorar por su captura a reinar desde el penal: líder del crimen en Guanajuato controla tras las rejas el huachicol en alianza con Sinaloa y Tamaulipas; EEUU sanciona su estructura financiera

De llorar por su captura a reinar desde el penal: líder del crimen en Guanajuato controla tras las rejas el huachicol en alianza con Sinaloa y Tamaulipas; EEUU sanciona su estructura financiera
Autor: Redacción / Noventa Grados | Fecha: 17 de Diciembre de 2025 a las 18:53:10

Guanajuato, Gto., a 17 de diciembre de 2025.- La imagen dio la vuelta al país: José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, reducido al llanto ante su inminente captura en 2020. Fue presentada como el fin de una era. Sin embargo, cinco años después, el líder más conocido del crimen en Guanajuato no fue derrotado: se reacomodó. Hoy, de acuerdo con información del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, sigue siendo un actor activo, con influencia real sobre el robo de combustible y las decisiones criminales en Guanajuato, aun desde prisión.

Lejos de significar el colapso del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), su detención marcó el inicio de una fase más silenciosa y sofisticada del negocio criminal: mandar sin aparecer, cobrar sin exponerse y operar a través de terceros.

El “Triángulo de las Bermudas” del huachicol: el corazón energético capturado por el crimen

Washington no usa palabras al azar. En sus análisis, la OFAC bautizó como “Bermuda Triangle”(Triángulo de las Bermudas) a una región estratégica de Guanajuato donde la infraestructura energética de Pemex se cruza con la debilidad institucional y la violencia criminal. El triángulo está integrado por Salamanca, Celaya e Irapuato, con una expansión directa hacia Villagrán, Apaseo el Grande, Apaseo el Alto, Santa Rosa de Lima, Guanajuato capital y León.

En esta franja se concentra una refinería clave, kilómetros de ductos de gasolina y diésel, y una red de carreteras que facilitan el traslado del combustible robado. El resultado es un botín multimillonarioque convirtió a estos municipios en territorio de disputa permanente, con comunidades atrapadas entre tomas clandestinas, convoyes armados y retenes ilegales.

Un capo preso que no dejó de gobernar

Pese a estar tras las rejas desde 2020, El Marro no fue borrado del mapa criminal. Para Estados Unidos, permanece activo dentro de la estructura del CSRL, lo que revela fallas profundas del sistema penitenciario mexicano. La cárcel no fue un muro, sino un centro de mando alterno.

Desde ahí, el liderazgo se habría sostenido mediante mensajeros, familiares, abogados y operadores financieros, manteniendo el control de rutas, cobros y alianzas. La narrativa del capo neutralizado se desmorona ante una realidad incómoda: el crimen organizado no necesita libertad física para ejercer poder.

Alianzas impensables: Sinaloa y Tamaulipas en la ecuación

Uno de los elementos más reveladores del informe estadounidense es la confirmación de alianzas con el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo, grupos con presencia histórica en la franja norte de México y sur de los Estados Unidos. Estas alianzas rompen con la idea de un CSRL aislado y localista, y lo colocan como pieza funcional de una red criminal nacional.

El huachicol se convierte así en una moneda de intercambio: combustible robado a cambio de armas, protección, rutas y respaldo frente a sus enemigos. La cárcel no frenó el negocio; lo integró a una estructura mayor.

La guerra por el botín: CJNG, violencia y municipios sitiados

El control del “Triángulo” no está garantizado. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) mantiene una ofensiva constante para apoderarse del territorio y del negocio energético ilegal. Esta disputa explica en buena medida por qué Guanajuato se convirtió en uno de los estados con más homicidios del país.

Celaya, Irapuato, Salamanca y los Apaseos son escenario de ejecuciones, ataques armados, desapariciones y extorsiones, mientras la población vive bajo una normalización del miedo. El huachicol dejó de ser un delito patrimonial: es el combustible de la violencia cotidiana.

Golpe financiero desde Washington: sancionar el dinero, no solo a los sicarios

Ante la evidencia de que la captura del líder no desarticuló al grupo, Estados Unidos decidió ir por el dinero. A través de la OFAC, activó sanciones financieras para bloquear cuentas, bienes y empresas ligadas al CSRL, buscando asfixiar la red económica que sostiene el robo de combustible.

El mensaje es claro: mientras el liderazgo criminal sobreviva en prisión y las estructuras financieras sigan intactas, la violencia no cederá. Para Washington, Guanajuato dejó de ser un problema local y se convirtió en un foco de riesgo estratégico.

La captura que no cerró el ciclo

Cinco años después del operativo que prometía paz, la realidad es otra. El líder manda desde la cárcel, el huachicol sigue fluyendo y la violencia no se apaga. El “Triángulo de las Bermudas” no solo devora combustible: devora estrategias fallidas, discursos oficiales y vidas enteras.

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