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MensajearWashington, Estados Unidos, a 23 de junio de 2025.- Este lunes la corte suprema dio luz verde para que el gobierno de Donald Trump reabra la deportación de migrantes a países que no son los de origen, dejando de lado el peligro que los deportados podrían enfrentar.
Algunos jueces, impusieron un mandato en el cual se obligaba al gobierno a dar la oportunidad a los deportados de decir a las autoridades que en el nuevo destino que serían enviados tenían altas probabilidades de ser torturados, mientras se resolvía el recurso legal.
Tricia McLaughkin, subsecretaria de Seguridad Nacional, expresó que tras la decisión tomada, el gobierno de Donald Trump por fin podrá ejercer su “autoridad legal”, y mandar a los indocumentados a un país que decida aceptarlos. Aplaudiendo la votación de 6 a 3 la funcionará comentó: "¡Que se pongan en marcha los aviones de deportación!"
La jueza Sonia Sotomayor no estuvo de acuerdo con la decisión que tomo la mayoría, calificó la decisión como “abuso flagrante” de la discrecionalidad del tribunal, por lo que comentó: "Aparentemente, el tribunal considera que la idea de que miles de personas sufran violencia en lugares remotos es más aceptable que la remota posibilidad de que un tribunal de distrito se haya excedido en sus facultades correctivas al ordenar al gobierno que proporcione la notificación y el proceso al que los demandantes tienen derecho constitucional y estatutariamente"
El pasado febrero el Departamento de Seguridad Nacional incrementó las deportaciones rápidas a terceros países, a su vez un grupo en defensa de los migrantes, hizo una demanda colectiva para impedir su deportación sin previo aviso, también buscando hacer valer sus argumentos
. En mayo, Murphy decretó que el gobierno hizo falta a su orden de establecer nuevos procedimientos, ya que intentó enviar a un grupo de personas migrantes a Sudán del Sur, siendo este un país bastante inestable, ya que en el hay conflictos armados, secuestros y mucha delincuencia, pudiendo ser torturados.
Washington está tratando de establecer acuerdos con otros países para que acepten a los inmigrantes, como es el caso con el Salvador, ya que Trump envió a más de 200 personas a una mega cárcel, manteniéndolos hasta la fecha incomunicados de abogados y familiares.
El presidente del Salvador Nayib Bukele, aceptó el trato para que Estados Unidos pudiera mandar a los inmigrantes por un periodo de un año, a cambio de ello, Estados Unidos hizo un pago único de 6 millones de dólares.
