Voltereta de Cimarrones ante un pusilánime Atlético Morelia

Morelia, Michoacán, 27 de septiembre de 2023.- Así no se puede. El Atlético Morelia fue infinitamente superior durante el primer tiempo y, después, fue infinitamente peor en la parte complementaria. Por eso la voltereta sensacional de Cimarrones de Sonora que perdía 0-2 hasta el 40’ de tiempo corrido, pero Ángel Tecpanécatl regaló un penal que hizo bueno Francisco Acuña y, entonces, empezó la descomposición del conjunto moreliano. Al final, los números hablan de una derrota canaria por 3-2, lo que no es lo peor, sino el mal manejo de partido y el pésimo segundo tiempo.

Desde el silbatazo inicial el conjunto canario se lanzó al abordaje y dio sensación de peligro una, otra y otra vez, de tal suerte que antes del cuarto de hora ya ganaba 0-1 con golazo de Fernando Illescas (13’). Cimarrones no le encontraba la cuadratura al círculo y era un flan para su rival que se lo quería engullir de un solo sorbo. Al 37’, Misael Pedroza también le puso número a la casa y el 0-2 parecía lapidario porque el Atlético Morelia iba en caballo de hacienda, pero… Ese pero maldito apareció cuando Ángel Tecpanécatl fauleó a un rival dentro del área y el árbitro marcó la falta.

El penal fue cobrado por un jugador que sabía lo que es vacunar al Atlético Morelia. Francisco Acuña tomó el balón, lo colocó en el manchón de los 11 pasos, miró la portería sin borrar de su rostro una leve sonrisa de seguridad y gusto. Tomó poca distancia, corrió y chutó poderosamente; Antonio Torres se estiró, pero su esfuerzo fue infructuoso por necesidad. El gol caía inesperadamente porque el equipo canario era infinitamente superior y el 1-2 se dibujó en la pizarra. A partir de entonces el equipo que dirige Carlos Morales dejó de ser el que era.

Llegó el silbatazo para la parte complementaria y se dio la metamorfosis doble: el cuadro canario se volvió pusilánime y el conjunto cimarrón se hizo poderoso. Uno perdió las ideas, la combatividad y la ambición y, el otro, se volvió agresivo, frontal y descarado. Total, Cimarrones le dio la vuelta a la tortilla y empezó a nadar de angelito. En la banca los Morales no entendían lo que sucedía, no sabían qué hacer, no hicieron nada, por eso Roberto Hernández se veía sereno, sabía que tenía la mesa puesta para la remontada.

Y la voltereta empezó a gestarse con el empate, logrado por Fernando Acuña, siempre Fernando Acuña, al 70’, en jugada en la que el pelón dejó ver su maestría, su olfato goleador y su capacidad para aprovechar las ocasiones. Pero ni la igualada a 2 provocó que el Atlético Morelia despertara, siguió amodorrado, era otro, irreconocible, sí, claro que sí, porque está claro que no es un mal equipo, pero allí fue peor, por eso llegó la voltereta cuando Jesús López entró como Juan por su casa sembrando zagueros y sacó un disparo imposible para Torres, quien nada tiene qué ver en la derrota, aunque ciertamente escupió un tiro, pero su defensa no defendió. El 3-2 de Cimarrones debe ser una gran lección.

Sí, Atlético Morelia era superior y, sí, al final fue muy inferior, lo que se debe a que su media de contención no contiene bien, y a que su defensa no defiende bien cuando es atacada frontalmente. En el mano a mano es muy vulnerable, ante la velocidad es muy vulnerable. En suma, sigue siendo vulnerable. Ah, y para el triunfo de Cimarrones también contribuyó la salida de Fernando Illescas, fue notoria su ausencia.

Se le fue otra vez el liderato al Atlético Morelia, ahora a esperar a Alebrijes de Oaxaca. Chin, así no se puede. Roberto Hernández le dio cátedra a Carlos Morales, sí señor, se la dio. Así sea.

CIMARRONES DE SONORA: Gabino Espinoza; Salvador Manríquez, José Saavedra, Josué Reyes, Aldo Arellano, Francisco Acuña, Fernando Monarrez, Daniel Cisneros, Jesús López, José Peralta y Diego Jiménez. DT: Roberto Hernández.

ATLÉTICO MORELIA: Antonio Torres, Enrique Cedillo, Víctor Milke, Mario Trejo, Diego García, Gustavo Guzmán, Ángel Tecpanécatl, Fernando Illescas, Paul Galván, Miguel Pedroza y Bryan Mendoza. DT: Carlos Morales.