Mi vida es una analogía del Toro de Lidia: Ana Vizcaíno Tapia

Mi vida es una analogía del Toro de Lidia: Ana Vizcaíno Tapia
Autor: Óscar Tapia | Fecha: 2 de Febrero de 2021 a las 15:04:00

Morelia, Mich., a 2 de febrero del 2021.- Tuve la fortuna de sostener una conversación con un personaje singular que ha transitado con prestancia en diversos campos del conocimiento y la cultura de la fiesta brava, quien a voz en pecho advierte que su vida es una analogía de la del toro bravo.

Antes de ir a la entrevista, permítaseme precisar que un personaje singular es aquel que se sale del común denominador de la gente, su atipicidad se convierte en la parte más contundente de su personalidad, porque establece formas de ser y hacer de tal diversidad que no se le puede encasillar en manierismo alguno. Tal es el caso de Ana Vizcaíno Tapia, una mujer hermosa, inteligente, decidida y emprendedora que ha establecido derroteros en ámbitos que exigen carácter férreo y flexibilidad, aplicación de la ley y don de gente.

Ana Vizcaíno es ganadera de nacimiento, conocimiento y afición; abogada que gusta de hacer valer el imperio de la ley, negociadora audaz que sabe que el triunfo no siempre es ganar, y juez de plaza que sabe leer entre líneas y encontrar el espíritu mediador del reglamento.

Entrevistada vía telefónica, la bella dama oriunda de Araró, Michoacán, quien ha sido presidenta de la Asociación Ganadera de Zinapécuaro, funcionaria municipal y juez de la Plaza David Liceaga delineó para los lectores de Noventa Grados una serie de aristas y perfiles que la retratan de cuerpo entero, quien rápidamente precisó “no debemos tener miedo a nada, antes bien hay que prepararse para buscar una solución para toda circunstancia sorpresiva. Una no debe detenerse a esperar la suerte porque se puede perder la oportunidad de acertar”.

Le apuesta a lo posible, a la creatividad, a la inventiva y a la disposición para el esfuerzo, por ello cuando le pregunté si es impetuosa, precisó “más bien soy realista. Hay que tener una ilusión, pero el camino para alcanzarla debe estar fundado en la realidad, con sus altas y sus bajas, pero siempre afrontando el reto que implica cristalizarla”.

La pregunta obligada fue ¿por qué hay que nutrirse de la ilusión?, y su respuesta no dejó lugar a las dudas: “Porque es el lente con que se percibe la posibilidad para construir el destino que se tiene idealizado”.

Remarcó que donde se siente más cómoda es realizando sus actividades cotidianas, “rodeada de ganado, porque es mi pasión”.

Entonces, ¿eres animalista? -indagué-:

-“Me gusta entender a los animales, comprendo su sentir, pero no comulgo con quienes buscan modificar la esencia de su condición. Si ser animalista fomenta, de alguna manera, que se frene la función zootécnica de alguno de esos seres, entonces me abstengo de serlo”.

¿Y en ese contexto cómo percibes al ser humano?

-“Respeto la ideología de cada individuo, no me gusta entrar en debate, porque mi forma de ser y de pensar viene de varias generaciones, esto es que nací ganadera, soy ganadera y moriré ganadera.

¿Cómo armonizas a la profesional de las humanidades que eres con la profesional de la ganadería que también eres?

-“Son caminos muy distintos, pero la parte más profunda de mi esencia siempre ha sido de entrega en todo lo que hago, sin embargo mi preparación profesional dentro de la abogacía no evita mi devoción al toro de lidia y todo su entorno”.

¿A quién reconoces como la persona fundamental en la estructuración de tu personalidad?

-“A mi padre, quien era la unificación de la nobleza y la entrega; a la par de mi madre, por su carácter guerrero. El ganadero era mi abuelo don Rodrigo Tapia, él me dejó una cultura de respeto al ganado desde su nacimiento, que de por sí es el resultado de un análisis profundo en los empadres, y con ello su desarrollo durante su estancia en la dehesa, y de allí hasta la consumación del ciclo”.

¿Qué tipo de toro de lidia te gusta, cuál es el que más te llena como ganadera y como amante de la fiesta más bella de todas las fiestas?

-“El toro noble. Es decir, el bravo, fijo, claro de embestida, de largo recorrido y codicioso”.

¿Qué te ha dejado como satisfacción el toro de lidia?

“Mi vida, porque es una analogía de su desenvolvimiento y temperamento”.

¿Qué te ha quitado el toro?

-“Nada, absolutamente nada, porque todo lo que he abandonado por él ha sido por satisfacción propia y el toro siempre me ha retribuido”

Finalmente, la ganadera Ana Vizcaíno Tapia, nuestro personaje de hoy, aceptó establecer hacia qué renglón de su yo siente mayor compromiso:

-“Hacia mis heredades, porque siempre es más fuerte la determinación por cumplir las expectativas atendiendo la parte de la entrega y la satisfacción de las raíces personales, que aquello que también es parte de la personalidad de una, pero que no es innato”.

Y sí, eh, después de escuchar a la ganadera, abogada, servidora pública, jueza de plaza y amante de la fiesta brava, Ana Vizcaíno Tapia, el respeto y la admiración hacia ella son todavía más fuertes. Así sea.

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