“No mires a los policías y no te van a hacer nada”: Chivos expiatorios de policías narran su experiencia

“No mires a los policías y no te van a hacer nada”: Chivos expiatorios de policías narran su experiencia
Autor: Redacción / Noventa Grados | Fecha: 13 de Marzo de 2020 a las 11:22:00

Morelia, Mich., a 13 de marzo del 2020.- Violencia física y psicológica, violación a sus derechos humanos y el daño de su imagen, son algunas de las cosas que vivieron desde el pasado martes y han tenido que soportar dos jóvenes detenidos en Morelia por su presunta responsabilidad en el asesinato del diputado Erik Juárez Blanquet. Hoy ellos están libres, pero el daño que les hicieron no se puede reparar, mientras que los policías de la SSP que quisieron incriminarlos, siguen sueltos y haciendo de las suyas en las calles. Igual que los asesinos del diputado.

Todo comenzó la mañana del pasado martes, con el asesinato del  legislador local en el norte de la ciudad. Juárez Blanquet fue también Alcalde de Angamacutiro y diputado federal, implementándose de inmediato un operativo para dar con sus asesinos.

En calles cercanas fue localizada abandonada una motocicleta, dos cascos y una pistola y minutos después se anunció la detención de los presuntos responsables.

David Iván Aguilar Jiménez y Jorge Luis Navarrete, relataron en entrevista con Noventa Grados, cómo comenzó el calvario que los afecta hasta este día.

Ante las cámaras de Noventa Grados TV, David explicó que él y Jorge fueron interceptados por la Policía cuando se dirigían a una tienda a comprar, luego de haber almorzado.

En el trayecto una patrulla de la Policía Michoacán los interceptó y un agente sometió violentamente a Jorge, para luego llegar otro uniformado por David.

“Ponen a Jorge contra la pared, yo me volteo y cuando veo, ya le están torciendo la mano; llega otra patrulla, y dice (un policía) ‘revisión tú también’”, relató David.

Señaló que él tenía en el puño el dinero con el que iba a pagar en la tienda, siendo golpeada con violencia su mano para que soltara su dinero.

Dijo que ambos cooperaron, pero ante el trato violento que recibieron de los agentes, les pidieron que se calmaran.

Sin informarles el motivo, ambos fueron esposados y subidos a una patrulla; uno de tantos vehículos oficiales en los que estuvieron yendo y viniendo antes de ser puestos a disposición del Ministerio Público.

Señaló David que en ese momento les dijeron que “solamente vamos a ir a que los identifiquen, a ver si son ustedes o no”, pero ni él ni Jorge sabían de qué se trataba.

David relató que cuando los subieron a la patrulla, a él le pusieron un gorra (Jorge ya llevaba una) y les hicieron bajar la cabeza. Fue entonces que la patrulla enfiló hacia la avenida Morelos, a la altura de la colonia Granjas del Maestro: La escena del asesinato del diputado Erik Juárez.

“Nos detienen, nos suben a las patrullas, y al paso del tiempo nos damos cuenta de que se trataba de una situación, critica, complicada” por el personaje del que se trataba, dijo Jorge Luis, originario de Oaxaca y egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), pero que aún no se titula.

David dijo que estuvieron mucho tiempo en la escena del crimen, donde los cambiaron a una segunda unidad, siendo sometidos a violencia psicológica por parte de los agentes, que les preguntaba con insistencia cosas como “quién te pagó”, “quién de ustedes disparó”, “quién traía la moto”, pero ellos todavía no sabían lo que pasaba ni habían visto la moto, los cascos ni el arma usados en el crimen.

Por si fuera poco, varios agentes se acercaron a ellos para tomarles fotos, incluso con insultos: “A ver, pendejo, levanta la mirada”.

Dijeron que en total los subieron a por lo menos 5 patrullas diferentes, y a partir de la tercera los separaron.

Fue entonces que David fue llevado a una carretera en medio de la nada. “Yo llevaba mi gorra (la que le pusieron los agentes), agachaba mi cabeza y (los policías) decían ‘no voltees y no va a pasar nada, no mires a los compañeros y no te van a hacer nada”.

“Hubo un momento en el que se me ocurrió voltear, y hubo un elemento que me dijo un palabra obscena y me pego una bofetada: ‘¿Que me ves, pinche pendejo?’, y me pegó en la cara”, relató el joven.

En ese momento, una mujer policía le advirtió a David, “Nada mas no los veas a la cara y no te va a pasar nada”.

Por su parte, Jorge de la nada recibió un golpe en las costillas por un agente de la Policía Michoacán, a quien identificó por su acento similar al que existe en el Estado de México, quien le exigía “ya di las cosas como son, por qué lo mataste”.

Ambos manifiestan dolor en su mano izquierda, atribuido a lo apretado de las esposas, además de presentar David una luxación de hombro.

En todo ese tiempo, nadie les dijo por qué estaban detenidos ni a dónde los llevaban.

“Llegó un momento en que llegue a pensar que no iba a salir de ahí”, dijo David, cuando fue presentado en la Fiscalía del estado.

Dijo que aunque sabía que no les podían comprobar nada, “uno pierde el ánimo” al ver que a toda costa buscaban a quién responsabilizar del asesinato del político.

Aunque pasaron 48 horas privados de la libertad, al final salieron por el apoyo de familiares, amigos y la comunidad de la Universidad Michoacana, a quienes manifestaron su apoyo.

Sin embargo, la buena imagen que tienen entre sus conocidos, no es la misma que reflejaron algunos medios de la entidad, que sin pena alguna publicaron los rostros de los jóvenes injustamente detenidos.

Señalaron que esas publicaciones fueron eliminadas por sus responsables, pero el estigma sobre ellos prevalecerá, e incluso David ya tuvo problemas con su casero.

Indicaron que analizan la manera de limpiar su imagen y las medidas a tomar por su injusta detención.

Mientras tanto, la Secretaría de Seguridad Pública no ha dicho ni una sola palabra al respecto, y los agentes que quisieron incriminar a los inocentes, siguen patrullando las calles en busca de nuevas víctimas, bajo el cobijo de la impunidad.

Más información de la categoria
Más información de la categoria
Comentarios