Zamora, Mich., a 27 de septiembre de 2025.- En Zamora aumentan las voces que señalan a mandos y denuncian extorsiones; en lo que va del año se acumulan decenas de homicidios y episodios en los que fuerzas públicas han sido atacadas. La administración local asegura coordinación intergubernamental, pero los hechos muestran una realidad más cruda.
Zamora, uno de los municipios con mayor actividad económica en la región, enfrenta una preocupante escalada en homicidios y delitos que golpean a la población: a comienzos de julio se reportaron varios asesinatos en pocas horas —incluidos agentes emboscados— que llevaron el conteo anual a cifras preocupantes, pese a los operativos anunciados por autoridades.
La respuesta policial no ha sido suficiente para borrar el impacto social: han aparecido “mantas” en la ciudad donde se denuncia corrupción y se señalan a mandos policiacos y autoridades municipales por tolerancia o complicidad. Estas muestras públicas de desesperación subrayan la pérdida de confianza entre la población y los cuerpos de seguridad.
En paralelo, la Fiscalía y la policía han reportado detenciones por extorsión y otros delitos: en las últimas semanas se anunció la captura de sujetos señalados como extorsionadores de comercios y se registraron detenciones por homicidio, lo que muestra actividad de las fuerzas del orden, pero también evidencia la existencia de redes criminales consolidadas que operan en la zona.
El gobierno municipal, por su parte, ha difundido comunicados en los que presume “trabajo coordinado entre los tres niveles de gobierno” para disminuir índices delictivos. Sin embargo, la percepción pública y los hechos —emboscadas a policías, mantas acusatorias y la continuidad de extorsiones— ponen en entredicho la eficacia de esa coordinación y exigen resultados y transparencia: ¿qué estrategias concretas están desplegando? ¿qué avances en investigación y reparación para víctimas se han logrado?
Zamora necesita más que comunicados: demanda investigaciones que lleven a sentencias, políticas públicas de prevención y protección de comercios y policías, y transparencia en los resultados. Mientras tanto, la ciudadanía vive con la urgencia de soluciones reales.