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MensajearTuzantla, Mich., a 22 de mayo de 2025.- Los últimos días han sido de incertidumbre y temor entre la población del Oriente de Michoacán, ante una serie de ataques armados perpetrados en municipios de colindantes con Guerrero, que advierten de una nueva guerra entre dos grandes cárteles de la delincuencia organizada.
La tarde del miércoles, civiles armados se enfrentaron a balazos en la zona cerril del municipio de Tuzantla, tiroteo que fue grabado a la distancia por varios pobladores en diferentes puntos del municipio.
La intensidad del fuego y los múltiples reportes que hicieron a las autoridades los pobladores, no fueron suficientes para la implementación de un operativo en la zona, quedando la población abandonada a su suerte.
Los mismo sucedió el 17 y 18 de mayo, cuando se registraron tres ataques armados en Juárez, Tiquicheo y Huetamo, municipios localizados en los límites de Michoacán con Guerrero. En estas jornadas de violencia, fueron quemados 10 vehículos y asesinada una persona.
Los feroces enfrentamientos fueron ocultados por las autoridades, quienes no dijeron una sola palabra al respecto en sus canales oficiales.
Por un par de años, operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación y células de La Nueva Familia Michoacana mantuvieron un acuerdo de paz, el cual se ha roto, intentando La Familia asentada en Guerrero, ingresar al territorio rival.
El botín de esta guerra sería Zitácuaro, un trofeo que se han arrebatado varias veces en los últimos años ambos grupos criminales, dejando a su paso una estela de sangre y horror que ha sacudido a la región Oriente con anterioridad y que parece volver a asomarse.
