Tingüindín, Mich., a 17 de agosto de 2025.- Miembros de la delincuencia organizada equipados con armas valuadas en cientos de miles de pesos y a bordo de camionetas adaptadas para montar ametralladoras, similares a las que usan los grupos de causan terror en el Medio Oriente, patrullan libremente el occidente de Michoacán demostrando la impunidad que reina en la región y que permitió la creación de grupos delictivos que ahora ponen riesgo la relación entre México y Estados Unidos.
Un video que circula en redes sociales muestra el patrullaje nocturno que realizaron miembros de la delincuencia organizada en la comunidad de Tacátzcuaro, municipio de Tingüindín, una localidad a solo 15 minutos en auto de la Presidencia Municipal de Tocumbo.
A bordo de una camioneta pickup adaptada con un soporte para ametralladora, un tosco trabajo de herrería artesanal, un sicario graba su paso por la plaza de la pequeña localidad, seguido por otra camioneta con sicarios.
En el video se distinguen además de las letras monumentales de Tacátzcuaro, armas de grueso calibre exclusivas de las Fuerzas Armadas, valuadas en decenas de miles de dólares.
Estas son una ametralladora M240 montada en la camioneta, un arma capaz de disparar entre 650 a 950 balas por minuto y que tiene un precio que ronda los 12 mil dólares en el mercado estadounidense; un rifle Barrett calibre 50 valuado en 6 mil 500 dólares; y un rifle de asalto para fuerzas especiales modelo FN Scar – H, valuado en 3 mil 500 dólares. Un estimado de 400 mil pesos por todas las armas.
Asimismo, se observan en el video chalecos tácticos alusivos al “R-5”, en alusión al jefe de plaza del Cártel de Los Reyes, Luis Enrique Barragán Chávez también conocido como “Güicho el de Los Reyes”. Este sujeto, junto con Alfonso Fernández Magallón “Poncho La Quringüa”, lideran el brazo armado del cártel de Tepalcatepec, ambos designados como grupos terroristas por la Administración Trump.
Por Barragán Chávez, el Gobierno de los Estados Unidos ofrece 3 millones de dólares como recompensa por su captura; por Fernández Magallón se ofrecen 5 millones de dólares; y por Juan José Farías “El Abuelo”, líder del Cártel de Tepalcatepec, la recompensa es de 10 millones de dólares.
A pesar de estas recompensas, estos delincuentes viven cómodamente en Michoacán, ante la vista de policías y soldados. Incluso el pasado 25 de mayo se responsabilizó a Carteles Unidos de la muerte de 8 militares que murieron por la explosión de una mina en Tocumbo, crimen que fue reconocido por las autoridades 15 días después. Nunca hubo un pronunciamiento militar por la muerte de los uniformados ni se conoce de órdenes giradas en Michoacán contra los líderes de la delincuencia.