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MensajearCiudad de México, 13 de marzo del 2023. - El próximo Acuario Mar de Cortés, homenaje a ese espacio del Océano Pacifico, será un lugar que, a pesar de tener inversión pública, cuenta con un dueño, gracias a los vínculos familiares en el gobierno de Sinaloa de otras administraciones.
Los involucrados en este proyecto, el cual se construye con una inversión pública y privada de mil 467.7 millones de pesos, son: el exgobernador de Sinaloa y ahora, embajador de México en España, Quirino Ordaz Coppel, así como su primo, el empresario hotelero, Ernesto Coppel Kelly.
Todo comienza en agosto del 2014, cuando Ernesto Coppel dio a conocer ante varios gobernantes y empresarios locales su idea sobre el Parque Central, proyecto que incluiría un museo interactivo, una nueva vialidad, una laguna, y el proyecto más sobresaliente e importante, el acuario más grande de América Latina.
En aquel entonces, el gobernador en turno de Sinaloa, Mario López Valdez, aportó la cantidad de 6 millones de pesos, por lo que no se realizó ningún avance de tal proyecto, pero una vez que llagara a la gobernación de aquel estado su primo, Quirino Ordaz Coppel, la situación cambió.
Luego de un mes de la toma de posesión como gobernador, en febrero del 2017, Quirino comenzó con la compra de un terreno de 13.5 hectáreas para la creación de una nueva avenida del Parque, en donde gastó 196.5 millones de pesos.
En 2018, acelera la inversión y destina 306.5 millones de pesos en obras para la construcción del Parque Central, además, gestionó 586 millones de pesos más, provenientes de recursos federales, para el nuevo acuario. Mil 89 millones de pesos de recursos públicos fueron destinados para el Parque Central.
No conformes con la creación del proyecto y sueño de su primo, Ernesto Coppel Kelly, el entonces gobernador, Quirino Ordaz Coppel, hizo que el “tiburón, reconocido con este sobrenombre por el programa de emprendimiento y negocios, se quedara con los derechos de operación y administración del nuevo acuario por los siguientes 30 años.
Coppel Kelly es el mayor inversionista de este atractivo turístico.
Así mismo, para la construcción de una de las calles, ubicadas a un costado, se tuvo que rellenar una parte de la histórica Laguna del Camarón, provocando así una contaminación del vaso de agua, provocando que aves migratorias no lleguen al lugar, de acuerdo con ambientalistas locales.
Otras de las afectaciones causadas por este mega proyecto, es directamente al Acuario de Mazatlán, que opera desde 1980, ya que se verá obligado a cerrar antes de que se inaugure el nuevo proyecto.
