Washington DC, EEUU, a 18 de diciembre de 2025.- Una nueva controversia internacional se encendió esta semana luego de que una congresista de Estados Unidos acusara al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum de haber enviado a Cuba petróleo por un valor superior a los 3 mil millones de dólares, lo que —según dijo— representa un respaldo directo al régimen cubano en medio de su profunda crisis económica.
La acusación fue lanzada por la congresista republicana María Elvira Salazar, quien durante una audiencia en el Congreso estadounidense y a través de declaraciones públicas afirmó que México habría enviado decenas de cargamentos de crudo y combustibles a la isla en meses recientes, presuntamente sin pago o con subsidios encubiertos, lo que calificó como un “rescate energético” al gobierno cubano.
De acuerdo con la legisladora, estos envíos se habrían intensificado desde el arranque de la administración de Sheinbaum y alcanzarían un valor que supera los 3 mil millones de dólares, una cifra que ha generado inquietud entre legisladores estadounidenses, particularmente por el impacto geopolítico y comercial que podría tener en la relación bilateral.
Reportes periodísticos y datos bajo la lupa
Las declaraciones de la congresista se apoyan en investigaciones periodísticas y análisis de datos de comercio exterior y rastreo marítimo, los cuales señalan un incremento inusual en los envíos de combustibles mexicanos a Cuba durante 2025, muy por encima de los niveles registrados en años anteriores.
Aunque estos montos no han sido confirmados oficialmente por el gobierno mexicano debido a la opacidad de la empresa privada financiada con fondos públicos “Gasolinas del Bienestar”, los reportes han alimentado el debate en Washington sobre si México estaría utilizando recursos energéticos estatales para apoyar a un aliado político, en momentos en que Petróleos Mexicanos enfrenta problemas financieros y operativos.
Respuesta de Sheinbaum: soberanía y política exterior
Ante los señalamientos, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó las críticas y defendió la relación con Cuba como parte de una política exterior soberana, subrayando que México no acepta presiones de gobiernos extranjeros. La mandataria sostuvo que la cooperación con la isla responde a principios históricos y humanitarios, y no a intereses ideológicos o electorales.
Desde la Cancillería y la embajada de México en Washington también se ha insistido en que las decisiones en materia de comercio y cooperación internacional se toman conforme a la ley mexicana y al derecho internacional.
Tensión política y posibles consecuencias
En Estados Unidos, congresistas republicanos han advertido que este tema podría escalar hacia el terreno comercial, al señalar que el apoyo energético a Cuba podría contravenir compromisos asumidos en el marco del T-MEC o afectar futuras negociaciones bilaterales.
Mientras tanto, el tema sigue generando ruido político tanto en México como en Washington, donde se exige mayor transparencia sobre los volúmenes, costos y condiciones de los presuntos envíos de petróleo a la isla.
Por ahora, el intercambio de acusaciones deja en evidencia un nuevo frente de tensión para el gobierno de Claudia Sheinbaum, que arranca su administración enfrentando cuestionamientos internacionales sobre el rumbo de su política exterior y el uso de los recursos energéticos del país.








