Lima, Perú, a 24 de septiembre de 2025.- La presidenta de Perú, Dina Boluarte, reconoció la preocupación de las autoridades de Estados Unidos, primero bajo el gobierno de Joe Biden y ahora con Donald Trump, por la inauguración del puerto de Chancay, construido con financiamiento chino. Durante un evento oficial en Washington, en el marco de la 80° Asamblea General de la ONU, la mandataria admitió que a Trump “no le agradó” la puesta en marcha del terminal peruano.
Desde antes de su apertura en 2024, funcionarios estadounidenses han mostrado inquietud. Mauricio Claver-Carone, entonces asesor del de transición de Trump, llegó a plantear la posibilidad de imponer un arancel del 60% a los productos que ingresen a EE.UU. desde dicho puerto. Incluso se ha evaluado la creación de una infraestructura portuaria alternativa en otra nación latinoamericana como contrapeso.
Boluarte insistió en que “Perú no se encasilla con un solo país”, y llamó a Washington a invertir en la región. Aunque reconoció que China es el principal socio comercial de Perú, instó a EE.UU. a asumir un rol de liderazgo en el continente. Además, invitó a Trump a sostener una reunión bilateral y reiteró que América “debe ser el continente más fuerte, con capacidad de alimentar al mundo”.
Durante su intervención, organizada por el Adam Smith Center for Economic Freedom y el Consejo empresarial Alianza por Iberoamérica, la presidenta presentó a Estados Unidos el proyecto del megapuerto de Corio, en Arequipa. Según explicó, esta obra tendría mayor calado que Chancay, permitiría recibir barcos de gran tonelaje y fortalecería la conexión entre América y Asia.








