California, Estados Unidos, a 22 de agosto de 2025.- “Lyle Menéndez no saldrá de prisión por ahora”. Un panel de comisionados rechazó este viernes su petición de libertad condicional y le aconsejo esperar tres años para volver a intentarlo, repitiendo el mismo destino de su hermano Erik, cuya solicitud fue rechazada el día de ayer.
Ambos hermanos cumplen una cadena perpetua desde 1996 por asesinar a sus padres, José y Kitty Menéndez, en su mansión de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989. La defensa siempre alegó que los crímenes fueron consecuencia de años de abusos sexuales cometidos por su padre, mientras que la fiscalía sostuvo que el móvil fue la herencia familiar.
En mayo, un juez redujo sus sentencias, lo que permitió a los Menéndez acceder por primera vez a audiencias de libertad condicional tras casi tres décadas. Sin embargo, los comisionados determinaron que, Erik continúa siendo un riesgo para la seguridad pública por su mala conducta en prisión, y que Lyle aún no es apto para la libertad condicional.
Durante la audiencia, Lyle se mostró visiblemente afectado y asumió toda la responsabilidad de los asesinatos. “Nunca podré compensar el daño y el dolor que causé a mi familia. Lo siento mucho y lo sentiré siempre”, declaró entre lágrimas en la videollamada de su audiencia, de la que solo un periodista tuvo el acceso.