Querétaro, Querétaro, a 12 de septiembre 2025.- La reciente imposición de aranceles a vehículos importados que no se producen en México tiene como objetivo principal proteger a la industria automotriz nacional, según declaraciones de autoridades locales. Esta medida busca incentivar la compra de vehículos fabricados en el país, aprovechando la diferencia de costos frente a los modelos extranjeros.
La presidenta ha señalado que esta política no solo beneficia al sector automotriz, sino también a otras industrias clave como la textil y la del calzado.
“Los aranceles están diseñados para proteger a la industria nacional, especialmente cuando existen prácticas comerciales que pueden resultar poco competitivas o ventajosas para otros países”.
Aunque no se cuenta con cifras oficiales, se reconoce un alto nivel de penetración de vehículos chinos en el mercado mexicano, particularmente en el segmento de autos eléctricos e híbridos. “En el conteo que llevo, los japoneses, especialmente Toyota, ocupan el primer lugar, seguidos por los chinos”, comentó una fuente, quien también señaló que la medición se basa en la emisión de hologramas de exención de verificación vehicular.
Este fenómeno ha generado preocupación en sectores productivos como el de autopartes, especialmente en estados como Querétaro, donde la industria tiene una fuerte presencia. Se espera que los aranceles ayuden a detonar beneficios para la producción local.
Más allá de la competencia con vehículos chinos, se observa una transición compleja en el mercado automotriz hacia plataformas eléctricas.
“Muchas armadoras migraron de vehículos de combustión interna a eléctricos, pero el mercado no los aceptó de igual manera. Aún no está preparado para consumir masivamente este tipo de unidades”.
Este desajuste ha generado un desequilibrio en la industria, aunque la producción y exportación de vehículos continúa. Lo que ha impactado significativamente es la llegada masiva de autos chinos con precios considerablemente más bajos que los modelos nacionales.
Respecto a la posibilidad de que estas medidas afecten la inversión extranjera, se considera que será decisión de las empresas chinas.
“Si alguna inversión china quiere venir, será para producir para el mercado nacional. Los vehículos importados no tienen ni un gramo de mano de obra mexicana”.
En cuanto a proyectos locales, se han sostenido conversaciones con empresas interesadas en establecer operaciones en Querétaro. Aunque se mencionó previamente a la firma BYD, no se ha concretado ningún acuerdo.
“Seguimos trabajando con empresas que producen o completan vehículos, y estamos en pláticas con algunas armadoras”.