No es tiempo de cambiar de criterio, espero me apliquen la vacuna del Covid 19

Morelia, Mich., a 05 de febrero del 2021.- Desde mi más lejana infancia he escuchado todo tipo de descalificaciones contra la aplicación de las vacunas. Recuerdo bien cómo le sugerían a mi señora madre que no permitiera que nos las aplicaran a mis hermanos y a mí. Ella siempre hizo caso omiso y nos llevó a vacunar siempre.

Cuando me tocó a mí decidir por mis hijos, también recibí advertencias de familiares, amigos y conocidos, todas, desde luego, en contra de las vacunas. Yo, como mi madre, ignoré las sugerencias bajo mi criterio de que todo eso eran barbaridades sin fundamentos.

Y nunca he dejado de aplicarme toda la vacuna que me han dicho que debo recibir. De suyo, hace poco tiempo volví a ponerme la de la influenza y la del neumococo. Es decir que soy una persona que tiene todas las vacunas habidas y por haber, por eso no voy a cambiar de criterio a mis 63 años.

Por ello, lector atento, más allá de los dimes y diretes, de la controversia y la lucha de intereses o, si se quiere, de los riesgos que pudiera implicar aplicarse la del COVID 19, no tengo duda alguna en cuanto a ir al centro que me corresponda a que me la pongan.

No, no cambiare de criterio, porque siempre me fue bien con todas las vacunas. Y no creo que hoy pueda ser diferente, aunque no dejo de reconocer que en este caso pudieran darse ciertas reacciones inesperadas, lo que se debe a que las han creado a pasos acelerados por la propagación tan fatal de la pandemia. Sí, pero como dice el refrán “no hay más cera que es la que arde”.

Hoy, más que en los tiempos de información vivimos en el mundo de la desinformación, porque son más las noticias falsas, los videos mentirosos, las opiniones sin sustento y las campañas de desprestigio de todos contra todos, que la información profesional y sustentada.

Desgraciadamente las mayorías son más proclives a creer lo negativo. Y eso no es sólo de ahora, ha sido desde siempre. A lo positivo siempre se le ponen signos de interrogación, si no es que se le rechaza categóricamente. Así también sucedió con las vacunas contra el tétano, el sarampión, la lepra, la tos ferina y muchas más, pero al final la inmensa mayoría de mexicanos terminaba por vacunarse.

Hoy no sé porqué deba ser diferente. Por eso no tengo empacho en invitarte, lector atento, a que te vacunes. Y mi invitación parte el criterio de que lo que las autoridades buscan es el bien común. Total, esto nada tiene qué ver con preferencias partidistas, ni con credos políticos.

Todos necesitamos luchar contra el virus, y si el distanciamiento social, el cubrebocas, la higiene y muchas otras estrategias ayudan, no veo porqué la vacuna no lo vaya a hacer. Yo ya tengo mi folio de vacunación y estoy en espera de la llamada para ir a donde me indiquen.

Sí tengo dudas y resquemores, claro que sí, siempre los he tenido, pero también siempre me he vacunado, y todo el tiempo he tenido excelentes resultados con eso. Así sea.