Sonda espacial Rosetta pondrá fin a su histórica misión estrellándose contra cometa

Sonda espacial Rosetta pondrá fin a su histórica misión estrellándose contra cometa
Autor: Redacción / Noventa Grados | Fecha: 4 de Noviembre de 2015 a las 23:18:00

México, D.F., a 04 de noviembre de 2015.- Un año después de que una sonda llamada Philae hizo historia posándose sobre un cometa, el equipo que logró la hazaña está tramando un tipo de aterrizaje diferente. El próximo septiembre, la Agencia Espacial Europea estrellará la nave madre de Philae, Rosetta, contra la fría bola de polvo, pero lo hará de la manera más gentil posible.

El dramático acto llevará a la misión hacia un abrupto final —y dará a los abundantes sensores e instrumentos de Rosetta su vista más cercana del cometa—. “El aterrizaje en choque nos da el mejor final científico que pudiéramos desear para la misión”, dice el científico del proyecto Rosetta, Matt Taylor.

La colisión será emocional para los científicos, algunos de los cuales han trabajado en la misión desde que fue concebida en 1993. “Habrá muchas lágrimas”, dice Taylor.

Lanzada en 2004, el orbitador Rosetta alcanzó al cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko diez años después, mientras la roca viajaba desde el espacio profundo con dirección al Sol; y dejó caer a Philae en su superficie unos meses después, el 12 de noviembre. Los científicos no han oído de Philae desde julio, y no saben si entrarán en contacto con él de nuevo, pero las operaciones de Rosetta para examinar el cometa desde su órbita están en pleno apogeo. Sin embargo, el orbitador no puede ejecutar este trabajo indefinidamente. El financiamiento para la misión se acabará en septiembre de 2016, y para ese momento, 67P/Churiumov-Guerasimenko estará bien encaminado de regreso al espacio profundo, donde el orbitador, alimentado con energía solar, recibirá muy poca luz como para poder funcionar.

Las discusiones acerca de qué hacer con Rosetta cuando esto ocurra han continuado por más de un año. El director de vuelo de Rosetta, Andrea Accomazzo, dice que, idealmente, Rosetta hibernaría mientras el cometa permanece en el espacio profundo, y luego sería resucitada cuando 67P se acerque nuevamente al Sol en cuatro o cinco años a partir de ahora. Pero el frío espacio profundo probablemente dañaría la nave, dice Accomazzo; otros temen que el combustible y otros recursos se agoten. Lo que es más, muchos de los investigadores principales de la misión comenzaron su trabajo hace más de 20 años y “no hay punto en poner a un viejo experimento conducido por investigadores principales a hibernar”, bromea Kathrin Altwegg, científica planetaria de la Universidad de Bern.

El aterrizaje-choque de Rosetta emergió como la opción preferida el año pasado, pero es solo ahora que los navegadores y operadores del orbitador están trabajando en cómo hacer esto. El encuentro más cercano hasta ahora de Rosetta con el cometa fue de ocho kilómetros por encima de la superficie, cuando despachó a Philae. La idea actual es que Rosetta baje en espiral hasta una distancia similar en agosto próximo, antes de acercarse todavía más en órbitas elípticas y estrellarse en septiembre, dice el gerente de la misión, Patrick Martin. Pero eso todavía podría cambiar.

Aunque Philae envió algunos datos durante su descenso, Rosetta tiene sensores e instrumentos más poderosos y variados. El orbitador también descenderá mucho más lentamente de lo que lo hizo Philae, permitiéndole recopilar más datos y mejores imágenes. Una vez que llegue a cuatro kilómetros, por ejemplo, Rosetta debería ser capaz de distinguir los gases que emergen de cada uno de los dos lóbulos que conforman el cometa con forma de pato, para determinar si las regiones varían en su composición, dice Altwegg, quien lidera el equipo detrás de ROSINA (el espectrómetro de Rosetta para análisis de Iones). Eso podría arrojar una luz acerca de los ambientes en que se formó cada uno.

Las cámaras de Rosetta obtendrán las imágenes con mejor resolución de la superficie del cometa: menos de un centímetro por pixel, una vez que la nave esté a 500 metros de la superficie, añade Holger Sierks, uno de los investigadores principales para el instrumento de Rosetta OSIRIS (el sistema remoto de imágenes ópticas, espectroscópicas e infrarrojas). Esto permitirá a los investigadores observar las propiedades de la superficie y vincularlas con la actividad del cometa que Rosetta ha observado desde la órbita.

Cambio y fuera

Cuán capaz será Rosetta de enviar datos de regreso al control de la misión a medida que desciende, dependerá de si los ingenieros pueden diseñar la trayectoria final de tal manera que la nave se estrelle en el lado del cometa que da hacia la Tierra. Navegar mientras esté cerca del cometa será difícil porque el campo gravitacional del cuerpo es irregular, pero el gerente de operaciones de la nave espacial, Sylvain Lodiot, espera que el orbitador transmita hasta el último minuto.

El choque será definitivamente una dura forma de parar la misión, dice, aunque el aterrizaje sea gentil. Diseñado para maniobrar en órbita, una vez que Rosetta esté en la superficie del cometa, no será capaz de mover su antena para comunicarse con la Tierra. Asimismo, no podrá inclinar sus paneles solares, así que perderá energía, dice Lodiot. “Una vez que toquemos, golpeemos o estrellemos, como quieras llamarlo, será el final del juego”.

Antes de eso, sin embargo, la misión todavía tiene mucho por lograr. A medida que el cometa se aproximaba al Sol, se calentó, y el hielo vaporizado causó que más y más gas y polvo fluyeran de su superficie. Rosetta tuvo que retirarse a una órbita más amplia para que el polvo dejara de confundir su sistema de navegación. Pero ahora que el cometa se está acelerando para alejarse del Sol, los científicos de la misión están deleitándose en la oportunidad de volver a mover a Rosetta más cerca. Las prioridades serán entonces obtener imágenes que permitan hacer comparaciones del cometa antes y después de su giro alrededor de Sol, así como también obtener una foto en primer plano del hemisferio sur, el cual se mantuvo mayormente oscurecido hasta mayo y desaparecerá de nuevo en marzo.

Rosetta también intentará nuevamente escuchar a Philae. Dado el gran interés público que ha habido sobre todo lo relacionado con el módulo de aterrizaje, el final de Rosetta será adecuado para la historia, añade Altwegg. “De esta manera, Rosetta podrá vivir feliz para siempre sobre el cometa con Philae”.

Más información de la categoria
Más información de la categoria
Comentarios