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MensajearUruapan, Mich, a 8 de julio del 2020.- María Teresa Perucho Bravo, originaria de Uruapan y estudiante de agronomía, realiza en Michoacán un destacado activismo a favor de las derechos de las comunidades y la mujer indígena. Como habitante de un pueblo originario, la activista promueve el desarrollo de las comunidades y la preservación de su cultura.
En entrevista para Noventa Grados, la joven estudiante originaria de la comunidad Las Cocinas lució un traje típico de su localidad, el cual además de diferenciar la población y estatus civil de su portadora, para Teresa representa su identidad.
“Me identifica con mis costumbres, con mi identidad de mujer indígena, es una forma de no olvidar de donde provengo”, dijo con orgullo, tras explicar el proceso de elaboración que hay detrás de este ropaje, que es heredado a las generaciones.
María Teresa Perucho es estudiante del último año de la Ingeniería en Agronomía, en la Facultad de Agrobiología en Uruapan, dependiente de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Apuntó que desde que salió de su comunidad a los 15 o 16 años para estudiar en la Ciudad de Uruapan, enfrentó discriminación no solo por su condición de mujer o indígena, sino por no tener el nivel educativo que los habitantes de la ciudad, o por no hablar bien el español.
Dijo que la discriminación es la que hace que muchos de los pobladores de las comunidades indígenas, regresen a sus comunidades de origen a los pocos meses de haber salido a estudiar, lo que los mantiene en la marginación.
En cuanto al activismo, dijo que lleva dos años, promoviendo los derechos de las personas indígenas y sus comunidades, pero enfocada principalmente en los derechos de la mujer indígena.
Sin embargo, este breve periodo ha sido suficiente para que ella haya visitado el Congreso del Unión, para el Parlamento Juvenil 2019, donde habló de proyectos para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer.
De regreso a su comunidad, mantiene sola una lucha contra el machismo y la violencia contra la mujer, aunque reconoció que a veces se siente sola.
“A veces me siento sola como mujer indígena frente a esta lucha, en mi comunidad no les interesa”.
Por ello hizo un llamado a los habitantes de las comunidades indígenas a valorar su cultura e importancia para el país, y a los que no son habitantes de esos pueblos, igualmente a valorar la aportación cultural que le ofrecen a México.
“Sería un paso muy grande para que nosotros no nos sigamos sintiendo como raros, como que no encajamos en este país, como que no hay oportunidades para nosotros”, señaló la activista.
