Ruiz-Joshua, campeonato mundial de las indignidades boxísticas

Ruiz-Joshua, campeonato mundial de las indignidades boxísticas
Autor: Óscar Tapia Campos / Noventa Grados | Fecha: 7 de Diciembre de 2019 a las 18:20:00

Morelia, Mich., a 7 de diciembre del 2019. - Estoy enojado, muy encabritado. ¡Qué farsa! Qué fraude contra la inteligencia humana. Porque la pelea de revancha entre Andy Ruiz y Joshua resultó ser un encuentro de indignidades. ¿Dije pelea?, ¿cuál pelea? ¡Qué revancha ni que revancha! Un fraude monumental del tamaño del mundo en contra de la noble y crédula afición al boxeo. Fue un enfrentamiento de indignidades, eso sí de peso completo, por la indignidad del campeón defensor, por la indignidad del retador y ahora otra vez campeón mundial.

Después de esa fea mueca de boxeo que vimos desde Arabia Saudita no puede uno más que sentir frustración, impotencia y un coraje que cala hasta las amígdalas, porque lo que vimos en el ring fue a dos farsantes, a dos defraudadores, a dos títeres. Y la rabia se acrecienta porque quedó en claro que el mexicano es inmeinsamente superior al británico, pero también porque el inglés ganó claramente sin hacer maldita la cosa que merezca el aplauso. No hubo gallo en el cuadrilátero.

Joshua salió a correr despavorido. Andy salió a no soltarse, a no acribillar, a no poner en riesgo la tercera pelea. Eso fue evidente. Así que no me digan que ganó el europeo, lo que realmente sucedió es que perdió el americano, porque el script así estaba redactado. Y aunque es legítimo boxear a la distancia, moverse por todo el ring, esquivar los golpes y fildear sobre las zapatillas, lo que no se vale es hacerlo para no pelear.

Joshua dejó ver un pavor del tamaño de Plutón. Andy Ruiz enseñó que no iba a soltar sus golpes por más que tuviera a Joshua a merced, porque lo tuvo por lo menos tres veces para aniquilarlo, pero no soltó el golpe letal. Lo tuvo a merced dos veces al rostro y uno al hígado. Andy se amarró. Sí, es verdad, el negro de ébano pegó más en casi todos los doce asaltos, pero los golpes efectivos, dolorosos, aunque esporádicos, los dio el gordito mexicano y estadounidense.

Ahora lo más fácil, lo lógico resulta decir que Andy ganó la primera pelea entre ambos por un golpe de suerte. Pero eso raya en la ingenuidad, es un caso de superficialidad pura, porque yo he visto sus 34 peleas y siempre ha sido muy pesado, mas en todas ha enseñado que su mejor recurso es la velocidad y la potencia en el golpeo.

Con poco, que es casi nada, Andy Ruiz volvió a enseñar que tiene para hacer pedazos a Anthony Joshua. Con nada, pero nada de nada, el británico es nuevamente campeón mundial de los pesos pesados y con todas las de la ley ostenta otra vez los tres cinturones. Pero que no me digan que es un digno soberano de la máxima categoría del deporte de los golpes.

Estaba yo muy enojado hace unos momentos, ya se me bajó un poco el coraje porque pude desahogarme en esta reflexión. Total, un fraude más de los muchos que suceden en el boxeo profesional. Mal comienzo de Arabia Saudita como escenario mundial, para eso con Las Vegas basta y sobra. Así sea.

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