Tultepec, Estado de México, 18 de noviembre del 2025.- La Fiscalía del Estado de México confirmó que el cuerpo hallado en un canal de aguas negras en Nextlalpan corresponde al sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, reportado como desaparecido desde el 27 de octubre en el municipio de Tultepec.
El cadáver, que estaba embolsado y atado a un sillón, fue localizado el 11 de noviembre luego de que personas detenidas señalaron el sitio donde lo abandonaron. Pruebas forenses y genéticas permitieron corroborar la identidad del padresito.
La investigación estableció que el vehículo del sacerdote fue captado por cámaras cuando se dirigía hacia Hidalgo, acompañado por una motocicleta.
El dueño de esta unidad declaró que la prestó a Brandon Jonathan “N”, quien le dijo que necesitaba apoyo para vender una camioneta. Esa venta, por 37 mil pesos, se habría concretado con ayuda de un ex convicto vinculado a Fátima “N”, otra de las implicadas. Con estos datos se identificó un domicilio en Tultitlán como punto clave del caso.
Las indagatorias revelaron que Fátima “N”, quien trabajaba como escort, tenía encuentros con el sacerdote desde hace un año y lo citó el día de los hechos.
Tras reunirse en un hotel, lo condujo al domicilio del presunto agresor, donde también estaba Brandon; ahí convivieron durante horas consumiendo alcohol y drogas, hasta que el sacerdote se quedó dormido por gotas de clonazepam que ella le habría suministrado. Cuando despertó mientras lo despojaban de sus pertenencias, Brandon lo golpeó en la cabeza y le causó la muerte.
Posteriormente, Brandon, Fátima y María Fernanda “N” —pareja del presunto homicida— ocultaron el cuerpo en bolsas, lo amarraron a un sillón y lo trasladaron a Nextlalpan, donde lo arrojaron a un canal.
En un cateo posterior, las autoridades hallaron ropas, objetos personales del sacerdote y rastros de sangre en la vivienda. Los tres involucrados están detenidos y recluidos en penales de la entidad.








