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MensajearMorelia, Mich., a 16 de mayo de 2025.- Alejandro González Cussi, quien fungió como Comisionado de la Policía de Morelia desde el año 2021, ha abandonado la corporación tras múltiples escándalos protagonizados por agentes, el despido de más de un centenar de agentes y una percepción de inseguridad creciente entre la ciudadanía.
Bajo su dirección, marcada por el protagonismo y la división con el Ejecutivo estatal, la Policía Morelia comenzó un camino a la profesionalización, siendo despedidos 130 elementos, pero los que están activos dejan mucho que desear.
El último escándalo de la Policía Morelia fue la difusión de un video donde se observa a tres agentes en horario laboral, ingiriendo cerveza en una tienda de abarrotes.
Destaca este hecho pues parte de la supuesta profesionalización de la Policía, además de múltiples cursos, consistió en la compra de 300 cámaras corporales por 10.5 millones de pesos (35 mil pesos por cámara) para vigilar el actuar de los agentes, pero pronto quedó evidenciado que nadie supervisa las grabaciones de las cámaras y que estas solo sirvieron para evidenciar el mal actuar de los uniformados.
Anteriormente la Policía Morelia había estado en entredicho por casos como el registrado en octubre de 2024, cuando agentes rociaron gas pimienta a una niña durante un forcejeo con sus padres. La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) abrió una investigación al respecto, la cual quedó asentada bajo el folio CEDH/15102/Q.
Pero no fueron los únicos casos; tan solo en 2023, la CEDH abrió 42 investigaciones por presuntas violaciones a los derechos humanos, cometidas por los agentes municipales.
En este caos no son los agentes los infractores, pues desde las oficinas de los altos mandos se les exigía a los agentes, por ejemplo, el aplicar el Reglamento de Tránsito que quedó obsoleto por disposición oficial, recaudando dinero ilegalmente y peor aún, perjudicando a los conductores que han visto afectado su patrimonio por el arrastre de sus autos al corralón y el consiguiente pago de multas y de los honorarios de los gruyeros. Esta práctica que fomenta la corrupción y que fue heredada de la administración del hoy prófugo exgobernador Silvano Aureoles Conejo, nunca fue erradicada de la Policía local.
Mientras tanto, la violencia en Morelia sigue siendo una preocupación de los capitalinos, a pesar de las decenas de millones de pesos que se gastan año con año al rubro de la seguridad.
De acuerdo con las encuestas del Inegi acerca de la percepción de la inseguridad, mientras en el tercer trimestre de 2022, el 72.5 por ciento de los morelianos manifestaba sentir miedo en la ciudad, en el primer trimestre 2025 la cifra es del 79.2%.
Los homicidios, asaltos y robos se han vuelto una constante en la capital, liderando el municipio la lista de los más violentos de la entidad, un deshonroso puesto del que González Cussi nunca pudo sacar a la ciudad.
