Querétaro, Querétaro, 16 de octubre del 2025.- La Secretaría de Salud (SESA) del Estado de Querétaro se suma a la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación, cada 16 de octubre, una fecha promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El lema para 2025 es “Mano a mano por unos alimentos y un futuro mejores”.
Este año, la FAO hace un llamado a fortalecer la colaboración internacional para construir un futuro pacífico, sostenible y próspero, donde prevalezca la seguridad alimentaria. Se busca transformar los sistemas agroalimentarios de manera que todas las personas tengan acceso a una alimentación saludable, viviendo en armonía con el planeta.
De acuerdo con estimaciones de la FAO, en el mundo 673 millones de personas padecen hambre, mientras que alrededor de 900 millones de adultos viven con obesidad y 35.5 millones de niños menores de cinco años presentan sobrepeso. Estos contrastes reflejan un sistema alimentario desequilibrado, donde la abundancia y la escasez coexisten, muchas veces en una misma comunidad.
Asimismo, la FAO ha documentado que, en los últimos años, el consumo de comida rápida ha desplazado de forma significativa la alimentación casera, sustituyendo ingredientes fundamentales como frutas y verduras por productos con altos contenidos de azúcar, sal, harinas refinadas y grasas.
Una alimentación saludable debe ser variada, equilibrada, suficiente, inocua y adecuada. Las bases para llevar a cabo una buena alimentación consisten en educarnos en cuanto a la calidad, cantidad y armonía que deben guardar los alimentos que componen nuestra alimentación.
Desde el ámbito personal podemos contribuir a construir un sistema alimentario más saludable y sostenible. Algunas acciones que marcan la diferencia son:
- Elegir dietas saludables y sostenibles, reduciendo el desperdicio de alimentos y cuidando los recursos naturales como el suelo, el agua y la biodiversidad, esenciales para la producción de alimentos.
- Consumir diario frutas y verduras frescas y de temporada, e incorporar con mayor frecuencia legumbres, nueces y granos integrales en nuestra dieta.
- Promover hábitos alimentarios nutritivos entre familiares y amigos, adoptando y compartiendo prácticas que prioricen opciones saludables. Al hacerlo, se contribuye al bienestar colectivo y a la mejora de la salud pública.
- Respetar la naturaleza y a quienes producen los alimentos, mediante acciones simples como planificar las comidas, aprovechar los ingredientes al máximo y compostar los residuos orgánicos, en lugar de desecharlos.