PRD: Otro Aniversario

Por: Etelberto Cruz Loeza

26 AÑOS SON ¡NADA!

Hoy es 5 de mayo.

Lejano está el 5 de mayo de 1989.

En esa fecha se fundó el Partido de la Revolución Democrática.

Su fundador fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano - hijo del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, expresidente de nuestro país y legendario expropiador del petróleo y creador de las instituciones del México producto de la Revolución – encabezando un grupo de intelectuales –muchos de ellos identificados con el PRI - y pesadores independientes, muy identificados con lo que ha dado en llamarse Izquierda; la fundación fue resultado de una gran negociación política con la dirigencia nacional del Partido Socialista Unido Mexicano – el PSUM - de Heberto Castillo, que cedió, en maridaje, la estructura partidista – a cambio recibió una senaduría - y, el hasta ese momento existente Frente Democrático Nacional, la fuerza y los militantes, que por miles habían mostrado su fuerza política y electoral en las elecciones federales constitucionales de 1988, por la presidencia de la República. (Competencia electoral, cómputo y resultado que queda para la historia, complementada frase “Se cayó –o calló – el sistema”. Jamás se sabrá, confiablemente, cuál verbo y cuál “sistema”).

A veintiséis años de distancia, el partido de la Revolución Democrática ha pasado por todas las etapas: partido de oposición, partido de oposición minoritario, partido en el poder, partido gobierno y partido mayoritario. En este poco más de un cuarto de siglo ya ha gozado de las mieles del ejercicio del poder, y de los beneficios que deja el poder – su uso, disfrute y abuso – y también se ha desgastado y en muy poco tiempo, poquísimo sufrió una transformación y ya ni se acuerda de sus años de lucha, ni de sus orígenes, ni de su pobreza y miseria.

En estos poquísimos años ha dado muestra de su desarrollo, maduración y decadencia, a tal grado que en algunos estados de la República, se ha descompuesto de tal forma – que se ha asociado con la parte oscura de la sociedad para ascender y conservar, y hasta acrecentar el poder político y gobernar - y si fue una fuerza que arrasó y cubrió gran parte del país, ahora está limitado, a Michoacán, Distrito Federal – aunque no se sabe si el jefe de gobierno es perredista o no tiene partido, mas sí lo llevó el PRD como su abanderado por la jefatura de gobierno - , Guerrero y algunos puntos de Veracruz, Chiapas, Oaxaca y, curiosamente Puebla.

En este momento, a un mes y un día más para la elección constitucional del 7 de junio, su dirigencia espera lograr el 18% de la votación nacional y de las posiciones en el Poder Legislativo, lo que significaría una disminución de su poder electoral y peso político.

Algo que debe llamar la atención, y ponerlos a pensar en los por qué su camarilla fundadora renunció al partido, iniciando con su fundador, líder moral y permanente: ¡Hasta le quitaron el partido! y ahora está, y es, de/con, “Los Chuchos” y, otro, ¿por qué se salió Andrés Manuel López Obrador? Hasta ahora se verá el tamaño del boquete en su línea de flotación.

A veintiséis años de distancia, el PRD corre el riesgo que ser la 4ª. o hasta la 5ª. Fuerza política nacional, pues su lugar, posiblemente será ocupado por el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional – MORENA – y quedar como un chiqui partido, partido bisagra – que tanto le criticó al partido de acción nacional –

El PRD tiene la oportunidad y la obligación de mostrar que es un partido, que si bien surgió por un capricho no satisfecho a su líder, sí puede ser el partido que la llamada Izquierda, la verdadera Izquierda nacional está esperando sea.