El Observatorio Político

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Autor: Leovigildo González | Fecha: 28 de Agosto de 2015 a las 22:34:00

Morelia, Mich., a 28 de agosto del 2015.- A pesar de los esfuerzos de las instituciones estatales de seguridad y procuración de justicia, la sociedad no confía en sus policías, falta una estrategia real de participación ciudadana para justamente prevenir el delito. 

El Mando Unificado parece una buena estrategia de seguridad, porque se le quitan las responsabilidades de los policías a las presidencias municipales, ha dado resultados en algunas zonas sin embargo también ha mostrado deficiencias, sobre todo en el actuar de los cuerpos policiales. 

Tangancícuaro, Purépero, Ciudad Hidalgo, Ucareo, Nahuatzen, y otros municipios han sido el ejemplo de que el proyecto no ha dado los resultados esperados, sobre todo por la falta de confianza de la sociedad en los policías encargados de la seguridad. 

El trabajo de la Participación Ciudadana debe de ir de la mano con los acciones policiales, reunir a vecinos de colonias conflictivas para junto con sus efectivos de seguridad puedan crear las estrategias para bajar índices delictivos, parece difícil sin embargo este tipo de estrategias han funcionado. 

En los años 80’s cuando Pablo Escobar era amo y señor del Cártel de Medellín, la Policía de aquel país comenzó justamente con esa estrategia, que la sociedad conociera directamente a sus policías, y de esta forma ganarse su confianza, además de manejar una imagen donde los delincuentes deben de ser señalados como lo que son. 

Michoacán parece un estado donde pocos quieren tomar los retos que representa sobre todo en el tema de seguridad, el cual también es social, ya que la entidad sufrió una descomposición  muy grave al grado de que niños, jóvenes e incluso adultos veían a delincuentes como héroes a quienes saludaban en las calles. 

Michoacán se colombianizó en los años recientes vivimos la creación de grupos paramilitares para combatir delincuentes, también vimos un fortalecimiento de los cuerpos policiales, sin embargo se dejó a un lado lo fundamental, la estrategia de crear confianza social en sus elementos policiales. 

Los principales capos que tenían el control de Michoacán hace unos años ya están muertos, otros detenidos,  pero aún su sociedad desconfía de los policías, entonces hay una muy mala estrategia de quienes están a cargo de tan fundamental cargo. 

En Medellín en la década de los 80’s, Pablo Escobar regalaba casas, dinero, era respetado, sin embargo también tenía de cabeza al país cuando él quería, mataba a diestra y siniestra, corrompía policías, jueces, políticos, muy similar a lo que hacía Servando Gómez Martínez alías La Tuta ex líder de Los Templarios en Michoacán. 

Sin embargo, la Policía Nacional de Colombia notó que con fuerza era muy complicado llegar al capo, por lo que utilizó la estrategia de la confianza social, de hacer notar los logros de seguridad, esto muy de la mano con los medios de comunicación. 

La sociedad michoacana necesita confiar, fue tan cruelmente lastimada por unos cuantos delincuentes que se quedó con la idea de que no ha cambiado en nada la situación, sin embargo a manera particular veo a elementos mejor preparados e incluso listos para enfrentarse a la delincuencia organizada, algo que hace unos años parecía imposible. 

La propuesta al gobierno que encabezará Silvano Aureoles es que vea esa posibilidad, de generar estrategias para que la sociedad de la mano con las instituciones busquen las soluciones a los problemas, la mayoría son delitos del fuero común como las bandas dedicadas al robo de vehículos y a casa habitación, delincuencia juvenil y drogadicción. 

Felipe Calderón utilizó los medios de comunicación para su estrategia de seguridad, cuando había enfrentamientos y los caídos eran presuntos delincuentes les daban las facilidades a los fotógrafos y camarógrafos de levantar imágenes, esto como una forma de decir “miren eso les pasa a los delincuentes”, y sinceramente era buena pero mal enfocada. 

En Michoacán debemos inculcar a las nuevas generaciones que los delincuentes son la escoria social, que portar un arma no te hace mejor y por el contrario puedes ir a prisión, que el dinero que tienen es base de extorsiones, secuestros y homicidios,  que además todo lo que tienen  es efímero, esto debido a que en la entidad sobre todo en Tierra Caliente se idolatraban a los capos porque se paseaban en camionetas del año y con mujeres exuberantes, pero muchos de ellos ahora están en la cárcel o muertos. 

El mensaje de debemos inculcar es  que sólo hay dos salidas si decides delinquir, la cárcel o el panteón, y casos para documentar hay muchísimos, en una sociedad que perdió la fe y unos delincuentes se aprovecharon de eso. 

Los cambios de algunos municipios en el Mando Unificado 

Durante los últimos meses que he recorrido el estado he visto que en varios municipios el mando Unificado dio resultados, combatió directamente a los delincuentes, replegó a los narcotraficantes, aunque también noté que no había un respeto a los Derechos Humanos sobre todo por el uso excesivo de la fuerza. 

Como recordarán hay más de 6 mil policías en Michoacán, había municipios como Irimbo, Senguio, Tangamandapio, donde los elementos no tenían más que un arma de fuego y con eso debían combatir a los delincuentes, sin chalecos antibalas, sin buenas patrullas, así era casi imposible hacer frente. 

Habrá que reconocer que en algunas zonas ha cambiado, que los policías que antes bajaban la mirada ante los delincuentes ahora si se tomaron el papel que les corresponde, que incluso parece que fueron “terapeados” para creerse el uniforme que portan, eso se dio en algunos municipios de la entidad, en otros los mandos sólo llegaron a querer robar lo poco que había.

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