Morelia, Michoacán, 27 de noviembre del 2025.- Porque no hay fecha que no llegue, se ha fijado la fecha de audiencia intermedia en el caso del periodista identificado como Alejandro “V” acusado de abusar sexualmente de la hija menor de edad de su expareja, misma que tendrá lugar el próximo 15 de diciembre en punto de las 12:00 horas en la Sala de Oralidad Número 4 en el juzgado oral anexo al Cereso “Lic. David Franco Rodríguez”, mejor conocido como Mil Cumbres.
La víctima, de iniciales VHP, confía en el trabajo del nuevo juez y Ministerio Público, una vez que ha esperado varios años para acceder a la justicia, con la convicción de que se juzgue el caso con perspectiva de género, algo a lo que se negaban los actores previo a la reforma judicial y los cambios realizados en la Fiscalía General del Estado de Michoacán.
Según la narrativa acusatoria, los hechos habrían ocurrido cuando la víctima era niña y su madre —pareja sentimental de Alejandro “V”— se ausentaba del hogar para acudir a clases de posgrado. En ese contexto, el imputado habría aprovechado para agredir sexualmente a la menor en repetidas ocasiones, de acuerdo con los datos de prueba expuestos por la Fiscalía.
La acusación incluye varios eventos de violación, además de amenazas que, según el relato de la víctima, buscaban garantizar su silencio.
El abogado defensor, Salvador Ceja Barrera, recordó que durante la administración estatal pasada la investigación estuvo “viciada”, según sus palabras, al figurar el ahora imputado como asesor del estado.
Afirmó que la carpeta de investigación permaneció archivada sin avances durante un año, periodo en el que —sostiene— el periodista michoacano habría gozado de impunidad, dado que no se realizaron actos de investigación relevantes pese a las denuncias.
Finalmente, la Fiscalía General del Estado logró obtener y ejecutar la orden de aprehensión, dando paso a la audiencia inicial y posterior vinculación.
El caso de VHP debe motivar a más presuntas víctimas de abuso sexual o violación de niñas, niños o adolescentes, que han callado a lo largo de los años por miedo “al qué dirán” o por temor a que sus testimonios no sean creídos, una vez que dichos delitos no deben quedar impunes.
Así mismo, es un llamado de atención a las autoridades para mejorar sus mecanismos en situaciones de tal delicadeza, una vez que las víctimas en los procesos actuales suelen ser revictimizadas en el recuento de lo sucedido.








