(Fotos: Iván Rodríguez Alcaraz)
Morelia, Michoacán, 19 de marzo del 2022.- De bueno a más resultó el festival de matadores de JJ Taurinos realizado la noche ayer en el Palacio del Arte, Sagrario de los Consagrados, en el que se alzó como triunfador el diestro moreliano Jorge Sotelo, el que gracias a una faena redonda, un pinchazo y estocada de rápidos efectos desorejó a un toro bravo, noble y claro de Autrique.
El maestro José Antonio Ramírez “Capitán Calecero” aromatizó con su fino acento la noche. Con el capote brilló con verónicas sedosas e imantadas y con la muleta dibujó tandas con sabor de antaño, bajó la mano con desmayo y electricidad para imantar sus pases y alegrar las miradas. El burel fue a menos. Falló con el acero y perdió las orejas.
Manolo Mejía dejó ver su poder y mando ante “Comino”, un novillo toro de Marco Garfías muy bravo, ríspido y demandante al que el diestro enrolló por chiculeinas muy ceñidas que provocaron los olés largos y sonoros; en su faena de muleta tuvo que enseñar sus cartas credenciales porque fue exigido, sin embargo, resolvió con calidad en base a pundonor y coraje. Falló con el estoque. Aviso y ovación.
“Compadre” fue el nombre del tercero de la noche, un novillo toro de Marco Garfias que traía lo suyo: bravo, ríspido y calamocheador. Se revolvía en un palmo de terreno. El poeta del capote dibujó lances a la verónica con ese arte y temple que solamente él es capaz de desarrollar. Con la muleta tuvo que recurrir a toda su sapiencia para lograr momentos muy meritorios. Mató al tercer intento. Recibió fuerte ovación.
Pepe López emocionó con verónicas brillantísima y remató con una media exquisita ante “Makandé”, un novillo toro cárdeno claro, delantero, bocinero muy bien cortado. Con la muleta el diestro moreliano realizó tantas muy meritorias ante el de Marco Garfias, burel de buen son que, sin embargo, salía con la cara arriba. Con riñón y arte, el diestro logró tandas de derechazos de mucha transmisión, un trincherazo rico. El burel se fue a menos y el matador abrevió. Se uso pesado con el acero. Dos avisos. Ovación.
Jorge Sotelo dio la nota destacada al brillar con verónicas y rematar con una media y una revolera. Llevó a Doctor, un cárdeno de Autrique, por doblones al centro del ruedo, donde estructuró con tandas de derechazos, naturales, molinetes, un trincherazo y manoletinas muy ceñidas. Pinchó en todo lo alto y mató de estacada de efectos muy rápidos que hizo rodar sin puntilla al buen toro. Dos orejas y larga ovación.
Bruno Vélez volvió a estar en Bruno Vélez, es decir en un torero con sabor gitano que tuvo destellos de arte con el capote. En el tercer tercio creció de poco en poco ante un novillo de Marcos Garfias que tardó en pararse, pero fue de menos a más con bravura y calidad. Bruno Vélez dibujaba su figura y, también, fue asentando conforme avanzaba el tiempo, hasta lograr tandas de mucho mérito que le fueron coreadas fuertemente. Mató recibiendo con trasera de efectos rápidos. Petición de oreja que, con justicia, negó el juez Víctor Alanís.
EL PREÁMBULO
Diego Medina, ese chaval de gran talento, abrió plaza ante un buen becerro que se dejó meter mano. El antiguo discípulo del maestro Octavio Castro, ahora dirigido por el matador Pepe López, brilló intensamente por verónicas y zapopinas. Con la muleta logró muy buenas tandas por ambos perfiles. Esto es que regresó a sus inicios, es decir a su trasteo pausado, artístico y sereno. Vuelta al ruedo.
SUBALTERNOS
Muy bien los toreros de plata Sergio González, Ángel Martín González “Lupillo”, Jorge Morales, Adolfo Sánchez, Juan Ramón Saldaña, Moisés Chávez, Paco Mena, salomón Aspeitia, Rafael Romero, Daniel Morales y Juan Juárez. Así sea.