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MensajearFoto: Archivo
Morelia, Mich., 20 de septiembre de 2019.- Dos personas descuartizadas, una decapitada, un policía abatido lo mismo que un delincuente, un jefe de plaza del narco ejecutado dentro de un hospital además de un taxista también asesinado, formaron parte de la jornada violenta que vivió este jueves Michoacán y que dejó nueve víctimas mortales.
Otra vez Morelia, Uruapan, Puruándiro y Jacona, fueron los municipios donde se registraron los hechos de sangre que ya son recurrentes en la entidad y que solamente muestran las estrategias fallidas de seguridad de los gobiernos estatal y federal.
Ni el despliegue de soldados, policías estatales o federales y menos la Guardia Nacional, ha impedido que en los municipios michoacanos la guerra del crimen organizado por el control del territorio mengüe o disminuya y por el contrario, ésta ha aumentado; para muestra, el caso que se vivió en Morelia la mañana del jueves cuando un grupo de sicarios ingresó impunemente a un hospital privado a rematar a un presunto jefe de plaza del narco en Querétaro.
Se supone que por el caso, el paciente identificado como Jesús Cancino, estaba bajo protección policial.
Horas más tarde también en la capital de Michoacán, elementos de la Policía Michoacán fueron emboscados en la colonia Bosques del Quinceo y aunque repelieron el ataque, un uniformado perdió la vida lo mismo que un delincuente.
En Uruapan en las primeras horas del día, en la colonia Zumpimito, fueron hallados los cadáveres desmembrados de dos personas en tres bolsas de plástico envueltas con cinta canela; en el lugar las autoridades hallaron los ya recurrentes narco mensajes.
En esa misma ciudad de Uruapan, un taxista fue asesinado a balazos en el fraccionamiento El Mirador.
En el municipio de Puruándiro, en la colonia Nuevo Amanecer, fue hallado el cuerpo decapitado de un hombre que estaba envuelto en cobijas.
Por último, en Jacona un grupo de sicarios asesinó a balazos a dos personas sobre la calle Curutarán de la colonia México; una de las víctimas apenas tenía 17 años de edad en tanto que la otra fue identificada como José Luis R., R., de 31 años.
