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MensajearMorelia, Mich., a 21 de julio del 2021.- Una tras otras fracasaron en Morelia, Uruapan, Zamora y Jacona, las estrategias de seguridad del gobierno de Silvano Aureoles Conejo, quien por el contrario, ha logrado posicionar a esos municipios entre los 50 más violentos de México, incumpliendo el perredista las promesas con las que llegó al poder en 2015.
Fue en aquel año, cuando Aureoles buscaba la gubernatura por segunda ocasión, que el entonces candidato perredista prometió en un mitin en la capital michoacana el 9 de abril de 2015, que en el lapso de un año a partir de que ganara la gubernatura, lograría que Morelia se convirtiera en la ciudad más segura de Michoacán y una de las más seguras del país.
La promesa hecha en su mitin en La Aldea, la ratificó Aureoles Conejo al asumir la gubernatura, en octubre de 2015: “Ratifico mi compromiso de lograr que Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas sean municipios seguros en 1 año; y en un plazo no mayor a 3 años, un estado con la seguridad que demanda la sociedad michoacana”.
Sin embargo, sucedió todo lo contrario, y en durante seis años de la Administración perredista que está por concluir, la violencia no hizo más que ir en aumento, hasta ubicarse Morelia y Uruapan como los municipios no solo más violentos de la entidad, sino del país, junto con Zamora y Jacona.
Los más recientes datos del Gobierno federal indican que en 2021, la ciudad de Zamora ocupa el lugar 11 de los 50 municipios más violentos de México, Morelia en el sitio 13, Uruapan en el 24 y Jacona en el 38, sumando casi 50 por ciento de los asesinatos en Michoacán en el lapso enero mayo.
La violencia que se vive en la capital del estado y en todo Michoacán es tal que, para muestra, los asesinatos en Morelia pasaron de 152 en todo el año 2015, a 138 en los primeros cinco meses de 2021.
Actualmente Michoacán ocupa el sexto lugar nacional por mayor número de asesinatos, pero el gobernador Silvano Aureoles Conejo ya se encuentra en campaña por la elección presidencial en 2021, distrayendo la atención de la consolidación del crimen organizado en su gobierno y del hecho de que su Administración es ya la más violenta en la historia moderna de Michoacán.
