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MensajearUruapan, Mich., a 10 de junio del 2020 .- “Llevé a mi mamá a que le realizaran una hemodiálisis al Hospital de zona número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en este ciudad de Uruapan, pues padece insuficiencia renal, al llegar, los médicos me dijeron que tenía COVID-19”.
Estas fueron las palabras de un joven que pidió mantener su nombre en el anonimato para evitar represalias, pero que pidió ayuda para atender a su mamá.
Contó que su madre desde hace algún tiempo padece de hipertensión, diabetes y falla renal, por lo que le tienen que realizar una hemodiálisis frecuentemente, de no hacerla, el agua se le acumula en los pulmones y comienza con dificultad para respirar (uno de los síntomas del coronavirus).
“Al llegar al hospital, ubicado en la esquina de la Calzada Benito Juárez y la calle Prolongación Francisco Villa, los médicos recibieron a mi mamá y a los pocos minutos salieron a decir que tenían que enviarla al área de confinamiento de pacientes con COVID-19, pues estaba contagiada”
De acuerdo al director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, reconoció que el Instituto ha tenido problemas para el traslado de muestras y esto ha repercutido en una tardanza en la entrega de resultados de las pruebas de COVID-19.
Por lo cual es imposible que a simple vista un médico diga que es paciente confirmado, sin antes hacerle el estudio que de manera normal tarda dos días mínimo y tres máximo en entregar el resultado.
“Ante la respuesta de los médicos decidimos firmar el alta voluntaria para poder atenderla de forma particular en otro hospital, pues mi madre no es paciente COVID-19”.
Los familiares de la mujer argumentaron que acudirán a las instancias legales necesarias y levantaran una queja por negligencia en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pues como su caso hay muchos en el hospital.
