La Lista Negra de Uruapan: cuatro funcionarios cercanos a Carlos Manzo están en la mira del crimen, revela columnista

La Lista Negra de Uruapan: cuatro funcionarios cercanos a Carlos Manzo están en la mira del crimen, revela columnista
Autor: Redacción / Noventa Grados | Fecha: 2 de Diciembre de 2025 a las 19:56:04

Uruapan, Mich., a 2 de diciembre de 2025.- Un mes después del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, la violencia en el corazón aguacatero de Michoacán no solo no ha disminuido: se ha reorganizado con una amenaza aún más precisa y frontal. De acuerdo con información de inteligencia referida por el periodista Vicente Riva Palacio, el crimen organizado ya definió una lista de cuatro figuras políticas y administrativas a las que busca eliminar para reconstruir el control territorial que Manzo intentó frenar.

La llamada “lista de la muerte” está compuesta por funcionarios y líderes del Movimiento del Sombrero, el mismo proyecto que Manzo impulsó como un modelo alterno al entramado narco-político que ha dominado Michoacán durante dos décadas. Cada nombre revela no solo un riesgo, sino un área estratégica del gobierno local que el crimen organizado busca recuperar.

Carlos Bautista Tafoya: operador político y voz incómoda

El primer nombre señalado es el del diputado local Carlos Bautista Tafoya, uno de los hombres más cercanos a Manzo y asesor clave de su viuda, Grecia Quiroz, actual alcaldesa de Uruapan.

Para las células criminales del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Bautista representa la columna vertebral del proyecto político que sobrevivió a Manzo. Su eliminación sería un golpe directo al liderazgo y la narrativa del movimiento.

Esteban Constantino: el control de obras públicas, la joya del territorio

El segundo objetivo es Esteban Constantino, secretario de Obras y Movilidad y uno de los hombres de mayor confianza de Manzo. De hecho, fue su primer nombramiento como alcalde electo, un gesto que revelaba su peso estratégico.

Obras Públicas es, históricamente, uno de los espacios más codiciados por organizaciones criminales: desde ahí se controlan permisos de construcción, asignación de materiales, rutas de transporte y contratos millonarios. Para el CJNG, esta área es una vía directa para lavar dinero, regular rutas de trasiego y construir infraestructura útil para sus operaciones.

Constantino sobrevivió herido al atentado donde murió Manzo. Ahora, según la nueva información de inteligencia, vuelve a aparecer como objetivo.

Omar Hernández: el poder detrás de la tierra y la regularización

El tercer nombre de la lista es Omar Hernández, director de Patrimonio Municipal. Su dependencia administra la tierra, las licencias, la legalización de predios y la operación de negocios, elementos esenciales para cualquier organización que pretenda controlar un territorio.

A través de Patrimonio, el crimen organizado puede registrar propiedades con prestanombres, manipular valores catastrales, adquirir tierras sin dejar rastro y decidir quién puede construir o vender en zonas estratégicas. Es un punto neurálgico para el lavado de dinero y la expansión silenciosa.

Quitar a Hernández sería, para el cártel, recuperar el tablero inmobiliario de Uruapan.

Lupita Arias: la voz independiente que incomoda al poder

La cuarta en la lista es la diputada federal independiente Guadalupe Mendoza Arias, conocida como Lupita Arias. Es la única legisladora sin partido en Michoacán y una de las voces más críticas en temas de corrupción, víctimas de violencia y estructuras de poder tradicionales.

Tras el asesinato de Manzo, Arias denunció desde tribuna que “organizaciones criminales, políticos y adversarios” estuvieron detrás del crimen. Su independencia la vuelve difícil de cooptar y extremadamente peligrosa para quienes buscan mantener el silencio institucional.

Aunque no maneja un área operativa como Obras o Patrimonio, Arias controla algo igual de incómodo: la narrativa pública y la visibilidad nacional.

El trasfondo: un proyecto que desafió al narco y al sistema político

La columna de Riva Palacio subraya que Carlos Manzo no era solo un alcalde, sino la figura central de un proyecto binacional impulsado por México, Estados Unidos y empresarios aguacateros para construir un modelo de seguridad ajeno a los intereses criminales. Su creciente popularidad —44% de preferencia electoral rumbo a la gubernatura, según una encuesta reciente de Encuadra— lo convirtió en un riesgo real para las redes de corrupción que operan en el estado.

Su asesinato, según el análisis, no rompió esos acuerdos narco-políticos: los reafirmó. Y ahora, el mensaje es claro: todo aquel que mantenga vivo el proyecto del Movimiento del Sombrero estará en la mira.

Un Michoacán sin garantías

La nueva información de inteligencia deja un escenario inquietante: ninguno de los aliados de Manzo está seguro.

Y mientras el gobierno federal insiste en que el operativo en Uruapan avanza, en el terreno las extorsiones aumentan y las células criminales ajustan sus cuotas.

La lista negra no solo revela quién está en riesgo.

Revela qué espacios de poder están en disputa, quiénes incomodan y cómo el crimen organizado intenta reconstruir su dominio después de la muerte de un alcalde que, para muchos, murió por desafiarlo.

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