Educación Secundaria, el último eslabón de la educación básica: Javier Irepan Hacha

Morelia, Michoacán, a 22 de septiembre del 2020.- Analizar la educación secundaria, hoy, nos exige una tarea de reflexión, no solo en el sentido de conocer los indicadores que miden lo que ocurre en el aula, sino principalmente en la idea de asumir el hecho educativo, como un complejo entramado de relaciones que influyen de manera directa en los resultados que se obtienen, es decir no se trata de una revisión simplista, sino de reconocer lo que hemos venido afirmando desde hace tiempo, el aula se ha vuelto cada día más compleja.

Desde muchas perspectivas con las que coincidimos, la educación atendida y entendida de forma correcta, es el medio fundamental no sólo para adquirir, trasmitir y acrecentar la cultura, sino que además se puede convertir en un proceso permanente que puede contribuir al desarrollo individual de las personas y más de fondo a la transformación de la sociedad, de esta manera se convierte en un factor determinante para la adquisición de los conocimientos que forman en las personas un sentido de solidaridad social, es decir que asuman un sentido de pertenencia.

La educación secundaria, se consideró hasta hace algunos años, como el nivel mínimo necesario que debían tener las personas para incorporarse de alguna manera al mercado de trabajo, hoy esta idea no sólo es ampliamente cuestionable, es además insostenible en virtud de los cambios en la forma de producción de bines y servicios, así como también por los cambios en las formas de relación social y en los cambios en la interacción con el medio que nos rodea, la exigencia es cada día mayor y la capacidad de respuesta del sistema educativo, no necesariamente se corresponde con este ritmo.

En el último ciclo escolar se reporta para nuestro país casi 6 millones y medio de jóvenes cursando este nivel educativo, el dato interesante es que su distribución por género es casi equitativa, es decir la mitad son mujeres y la mitad hombres, ellos son atendidos por más de 400 mil docentes, en cerca de 40 mil centros escolares.

Si esos datos nos reflejan un mundo, el mundo de la educación secundaria, le podemos sumar las modalidades que adquieren las escuelas, que son: generales y comúnmente las conocemos como federales, técnicas y telesecundarias en el carácter público y un menor porcentaje en las que ubicamos como privadas, que juntas atienden a los adolescentes de las diferentes regiones del país.

No lograr una cobertura total de este nivel educativo, se convierte en un límite al desarrollo del país, pues derivado de ello tenemos una falta de comunicación eficiente, límites para el trabajo en equipo y la solución de problemas, barreras en el uso de las tecnologías para adaptar procesos e innovar y sobretodo tener una comprensión del entorno en que vivimos.

Con ello podemos demostrar que aún nos falta mucho por construir, cuestionar hasta donde la educación básica es una garantía en la dinámica de desarrollo será motivo de otro comentario. Muchas gracias.