Ciudad de México, a 19 de noviembre de 2025.- El Tren Maya, la obra emblemática del expresidente Andrés Manuel López Obrador, seguirá dependiendo casi por completo del erario público en 2026. Documentos presupuestales revelan que el proyecto ferroviario requerirá 96 % de recursos subsidiados, equivalentes a 30 mil 744 millones de pesos, para poder operar durante el próximo año.
De acuerdo con las proyecciones oficiales, el megaproyecto apenas generará 1,287 millones de pesos en ingresos propios, por venta de boletos y servicios, una cifra mínima frente al costo operativo total.
Esta desproporción confirma la baja rentabilidad del tren, a pesar de haber sido promovido como un detonador turístico y económico para el sureste.
El propio director del Tren Maya, Óscar David Lozano Águila, ha reconocido públicamente que el modelo basado en pasajeros no es rentable, y que su viabilidad dependerá de desarrollar el servicio de carga.
Incluso, las estimaciones oficiales ubican el “punto de equilibrio” financiero hasta el año 2030, siempre y cuando las operaciones de mercancías logren despegar.
A pesar de ello, el gobierno federal destinará para 2026 una bolsa multimillonaria para infraestructura ferroviaria, de la cual 30 mil millones irán directamente al Tren Maya, consolidándolo como uno de los proyectos más costosos y subsidiados del país.
Diversos analistas han cuestionado que, a pesar de su alto costo, no existen reportes públicos completos que permitan evaluar su desempeño real.
Críticos del proyecto señalan que el gasto se ha convertido en un “hoyo negro presupuestal”, y acusan que el gobierno continúa apostando recursos que podrían destinarse a salud, educación o seguridad. Con los nuevos datos, advierten que en 2026 serán nuevamente los ciudadanos quienes paguen la operación del tren, cubriendo prácticamente todos sus costos mientras los ingresos reales del sistema continúan estancados.








