Morelia, Michoacán, a 23 de octubre de 2025.— El Fiscal General del Estado de Michoacán, Carlos Torres Piña, señaló que el proceso de trazabilidad en el tianguis limonero de Apatzingán debe continuar, ya que es un esquema considerado clave para regular la industria, controlar el origen del cítrico y evitar el robo del producto.
"Y yo creo que es un trabajo que se tiene que continuar para poder tener esa trazabilidad que nos interesa, se genera en torno a todo el proceso de la industria del limón. Se tienen que continuar los esfuerzos que se han hecho, se ha avanzado de manera importante. Yo creo que esto tiene que seguir para la producción y sobre todo para los productores limoneros", señaló al ser cuestionado sobre si la coordinación que asumió la administración estatal en el tianguis limonero, en octubre de 2024, falló.
Según declaraciones brindadas por Torres Piña el 15 de agosto del año pasado, en ese momento como secretario de Gobierno, el planteamiento realizado a los representantes de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán era hacerse cargo de la administración del tianguis ante lo que llamó vulnerabilidad del sector.
"Nosotros ofrecimos, y el planteamiento es que a partir de algunas semanas, como gobierno de Michoacán, hacernos cargo de este tianguis limonero, para nosotros tener el control, la revisión de dónde viene la fruta, la trazabilidad de qué áreas y parcelas viene, el control de la venta y todo eso que permita regularlo", comentó en ese entonces el segundo al mando de la administración estatal, en una entrevista brindada justo en el tianguis tras concluir una reunión con productores.
Entre las facilidades que la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA) otorgó a la administración estatal fue la donación de un espacio para construir un cuartel para corporaciones policiales federales y estatales, con la finalidad de inhibir la presencia de presuntos integrantes del crimen organizado en el tianguis. Sin embargo, a unos días de su inauguración, Bernardo Bravo informó que se cerraban las oficinas administrativas debido a amenazas.
Tras el homicidio de Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores, el principal acceso al tianguis limonero es controlado, Elementos del Ejército y Guardia Nacional vigilan que nadie ajeno al espacio de compra y venta del cítrico acceda.
Al interior se percibe un ambiente de incertidumbre por la pérdida de su representante limonero.








