Berlín, Alemania, a 15 de diciembre 2025.- La mayoría de las especies de osos pueden adaptar su dieta al clima y a la disponibilidad de alimentos, lo que modifica su papel dentro de los ecosistemas, de acuerdo con una investigación internacional en la que participaron el centro Senckenberg, en Alemania, y la Estación Biológica de Doñana–CSIC, en España.
Dicho estudio sostiene que el cambio en el rol que desempeñan los grandes omnívoros podría fortalecer la resiliencia de los ecosistemas frente a los cambios ambientales globales.
A través de un comunicado, el Centro Superior de Investigaciones Científicas español, mencionó que los osos son verdaderos omnívoros y su flexibilidad en la dieta les ha permitido subsistir con éxito en una amplia variedad de hábitats.
Lo anterior implica que pueden tener una dieta muy diversa como bayas, raíces, nueces y pastos, pero también insectos, peces y mamíferos, y su composición varía según la especie y la estación del año.
“A diferencia de la mayoría de los demás grandes carnívoros, los osos tienden a preferir una dieta baja en proteínas y la mayoría de las especies poseen menos adaptaciones anatómicas y fisiológicas para el consumo de carne. Esta flexibilidad les permite tener una dieta excepcionalmente variada”, explica el investigador Jörg Albrecht del centro SBik-F.
Según los expertos, es gracias a esa versatilidad que desempeñan muchos roles ecológicos, de modo que cazan presas, comen carroña, dispersan semillas y se alimentan de plantas.
En regiones con poca disponibilidad de alimentos y estaciones de crecimiento cortas, los osos tienen una dieta más carnívora.
En contraparte, en áreas productivas con temporadas de crecimiento largas prefieren alimentos de origen vegetal.








