Ciudad de México, a 17 de julio de 2025.- El partido Morena ha dado un paso contundente pero tardío al suspender los derechos partidarios de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, quien enfrenta acusaciones graves por presuntos vínculos con el crimen organizado.
La decisión fue anunciada este 17 de julio por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) del partido, como medida cautelar dentro de un procedimiento sancionador. Esta acción marca un quiebre definitivo entre Morena y uno de los personajes más controvertidos surgidos de su estructura de gobierno en Tabasco, a quien se vincula específicamente con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y su célula local, La Barredora.
Según informes filtrados por Guacamaya Leaks y versiones confirmadas por fuentes federales, Bermúdez —identificado en reportes de inteligencia como “El Comandante H”— habría encabezado operaciones criminales en municipios clave del estado, facilitando actividades como el narcotráfico, secuestro, extorsión, cobro de piso y huachicoleo.
A pesar de estas alertas, en diciembre de 2019 fue nombrado secretario de Seguridad por el entonces gobernador Adán Augusto López Hernández, hoy senador y figura influyente dentro de Morena.
La relación entre ambos data de décadas atrás y ha sido catalogada como de “total confianza”. Documentos de inteligencia señalan que Adán Augusto fue advertido en 2018 sobre los presuntos vínculos criminales de Bermúdez, sin embargo, decidió sostenerlo en el cargo durante todo su sexenio.
Bermúdez se mantuvo como titular de la SSPC hasta enero de 2024, en medio de una creciente ola de violencia en Tabasco, donde los enfrentamientos entre grupos delictivos dejaron decenas de muertos y desplazados. Hoy, es considerado prófugo de la justicia, con una orden de aprehensión vigente y ficha roja de Interpol activada desde febrero, mismo mes en el que se fugó a Sudamérica.
Mientras tanto, la dirigencia nacional de Morena ha cerrado filas en torno a Adán Augusto, deslindándolo de cualquier responsabilidad directa, igual que la presidenta Claudia Sheinbaum, aunque sectores internos y de la oposición insisten en que el partido debe asumir las consecuencias de haberlo mantenido como una figura central de gobierno en Tabasco.
El caso ha abierto una grieta dentro de Morena, especialmente en su estructura local. El actual gobernador, Javier May Rodríguez, ha declarado que “Tabasco merece justicia y una limpieza total en sus instituciones”, mientras legisladores federales de oposición exigen que se investigue también a quienes lo nombraron y protegieron.