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MensajearMorelia Mich., 4 de septiembre de 2018.- Desde Huitzuco, Guerrero, llegó Toño Alemán a la Plaza de Toros Monumental de Morelia, Catedral del Jaripeo Ranchero Profesional, para dejar constancia de su pericia como charro lazador y toreador, intención que convirtió en hazaña porque entre tantas figuras de todo el país se alzó como el máximo triunfador, en virtud de que metió cabezales y piales oportunos y muy bien ejecutados.
Toño Alemán es un chaval de escasos 21 años, moreno él, sonriente y muy alegre, que no se arredra ante el peligro, que se acerca a los terrenos del toro, que mueve a su corcel con destreza y sabe lanzar la reata bajo cualquier circunstancia para dejarla en la frente del burel o en las patas traseras.
Su presencia y participación en la Plaza de Toros Monumental de Morelia fue en el marco del excepcional evento por el adiós de Wilmer el Piojo Santillán, charro lazador y toreador de primerísimo nivel internacional que dejó huella y escuela imborrables en el ámbito del jaripeo bravo.
Allí, en ese marco, que es decir ante una plaza de toros pletórica y con charros de gran prosapia, Toño Alemán dijo "abran cancha que aquí les voy", y ante gigantes como el mismo Piojo Santillán, Roberto Santillán, el Bombón de Morelia, Junior Pantoja, Hilario Cabezas, Tavarín Hernández, Los Primos de Jalisco y muchos figurones más, el de Huitzuco brilló intensamente de principio a fin del evento.
Había que verlo a todo galope en faenas de corte de toro para evitar tragedias, en toreo con la grupa a gran velocidad, en cabezales con precisión milimétrica allí donde deben colocarse, en piales que hacían rodar a los de La Satánica, de Rubén Campa.
Había que verlo, para poder decir que fue el mejor charro de esa tarde maravillosa en la que uno grande del jaripeo bravo les dijo adiós a los ruedos.
Qué buen charro es ese mentado Toño Alemán, oriundo del meritito Huitzuco, Guerrero, qué buen charro, sí señoras y señores. Así sea.
