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MensajearMorelia, Mich; 17 de enero de 2017.- “Dichosos los pies del mensajero que anuncia la paz” es el lema que el nuevo arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos ha escogido para esta encomienda y que reconoce “se viven situaciones que preocupan, que nos angustian, que nos aquejan y que se refleja en el estado de ánimo de la sociedad con mucho enojo, de disgusto, de incapacidad, de molestia y ante estas circunstancias que se presentan, ante las realidades es más urgente este mensaje del evangelio”.
En su presentación ante los medios de comunicación, el religioso resaltó la misión que el Papa Francisco le ha encomendado “por parte de la iglesia y por parte de Cristo, misión a la que he llegado anunciando a Cristo nuestra paz, siempre con el anhelo de construir paz, de abrir caminos de diálogo, de superación y crecimiento”.
Recordó su paso como Obispo de Ciudad Altamirano, en Guerrero y en esa experiencia episcopal que ha vivido, dijo, “me ha guiado e iluminado este mensaje y enseñanza; sobre todo en situaciones de violencia, inseguridad, desconfianza, recelo y descalificación, se hace más urgente este mensaje de paz, el cual se hace importante para llevarlo al corazón y que se encuentra cuando se está con Cristo, esa se encuentra en cualquier parte, a pesar de las circunstancias más adversas”.
Garfias Merlos estuvo acompañado por el cardenal Alberto Suárez Inda y el nuncio apostólico Franco Coppola, quien compartió su alegría y gozo “de estar aquí en esta circunstancia tan particular de la iglesia en Morelia”; el enviado de Roma reconoció, que es la primera vez que asiste a la toma de posesión de un arzobispo “un gran presbiterio, signo de gran trabajo apostólico de entrega de parte de los fieles, pero también de muchos problemas, es la ocasión en nombre del Santo Padre de reiterar el agradecimiento al Cardenal por todo su trabajo en esta Iglesia”.
Violencia
El arzobispo Carlos Garfias, como obispo en Acapulco, Guerrero privilegió el diálogo social a través de la conformación de un Colectivo, teniendo como agenda común atender la salud, a las víctimas de la violencia, temas neurálgicos, a los jóvenes y familia, generando espacios de colaboración con autoridades civiles y estatales, de derechos humanos y otros organismos que tienen que ver con la dignidad y atención a las personas, el cual propondrá replicarlo en la entidad.
En ese mismo sentido dijo se impulsaron estrategias para acompañar a las víctimas, generando confianza y esperanza, estableciendo centros de escucha, grupos de autoayuda, grupos de auto ahorro, proyectos productivos, “eso en la arquidiócesis en Acapulco, hoy lo traigo como un camino que podemos recorrer aquí en Morelia, en Guanajuato, Guerrero y Michoacán”.
En la situación de violencia e inseguridad, señaló, es importante la prevención, “es un desafío permanente para las autoridades, para la sociedad y desde esta perspectiva, con los sacerdotes debemos buscar protocolos de seguridad”.
