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MensajearMéxico, D.F., a 12 de febrero de 2016.- Luego de su recibimiento en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el Papa Francisco salió con rumbo a la sede la Nunciatura Apostólica.
A bordo de un Papamóvil descubierto y no blindado, el Papa es saludado por cientos de personas que tienen linternas y celulares prendidos, en respuesta a una convocatoria para darle la bienvenida, y también ondean banderas blancas y amarillas, que son los colores del Vaticano.
El Papa Francisco dormirá cinco noches en la Nunciatura Apostólica, es decir, en la embajada del Vaticano, ubicada en el sur de la Ciudad de México, en la casona 118 de la calle Juan Pablo II, colonia Guadalupe Inn de la delegación Álvaro Obregón.
El máximo jerarca de la Iglesia Católica ocupará la misma habitación dónde durmió Juan Pablo II en su paso por tierra mexicana, y la misma que utiliza el nuncio apostólico, monseñor Christophe Pierre.
“Exactamente, en el mismo cuarto. Es un cuarto en donde el Papa (Juan Pablo II) ha dormido ya en tres viajes”, dijo.
Aunque el sumo pontífice visitará otras ciudades: Ecatepec, Estado de México; Morelia, Michoacán; San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas, regresará cada noche a la Ciudad de México y dormirá en la Nunciatura.
Sólo en el último día de la visita papal, el 17 de febrero, cuando viaje a Ciudad Juárez, Chihuahua, Francisco ya no regresará a la capital mexicana, es decir, concluirá su agenda en esa entidad y de ahí volará directo hacia Roma.
