Alegoría de Panindícuaro, proyecto de mural de Arturo Estrada "El Frido"

Panindícuaro, Michoacán, a 30 de Mayo de 2019.- Entrar a la casa paterna del pintor Arturo Estrada, discípulo preferido de Frida Khalo, fue ingresar a un universo donde el arte pictórico fluye como río de imágenes que se bifurcan de pared en pared.

Mi capacidad de asombro se disparó al mil por ciento, porque estuve ante cuadros del artista michoacano universal que no son conocidos, porque forman parte de su colección privada.

Óleos y acrílicos que ha elegido para él y su familia, porque tienen valores singulares relacionados con su esencia y su pueblo.

En esa casa ubicada en el corazón de Panindícuaro hay cuadros en el pasillo de acceso, el portal, las alcobas, en el comedor y hasta en la cocina. 

Cuadros que hablan de un artista que le apostó al realismo constumbrista, a lo popular, a aquello que forma parte de su ayer y de su hoy con proyecciones al futuro.

Entre los cuadros que pude apreciar a placer está una alegoría de Panindícuaro, misma que pintó en calidad de proyecto de mural a petición del Ayuntamiento que encabezó Rosa León.

Es un cuadro en el que nos deja ver la arquitectura de Panindícuaro, su gente y algunas de sus costumbres.

Un cuadro rico en valores que se quedó en proyecto porque el Ayuntamiento de Panindícuaro que tuvo a Rosa León a la cabeza nunca firmó el contrato para que el gran maestro mexicano lo convirtiera en mural, lo que indudablemente tuvo que ver con la falta de sensibilidad de la alcaldesa y su ignorancia en materia artística, por eso ni se enteró del gran valor de la propuesta.. Así sea.