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Iguala, Gro., a 06 de octubre de 2014.- El procurador de justicia del Estado de Guerrero, Iñaky Blanco, dio a conocer el hallazgo el pasado sábado de varias fosas clandestinas en un cerro la localidad de Pueblo Viejo, lugar en el que dos delincuentes y un policía municipal que opera para la delincuencia organizada, señalaron haber ejecutado a 17 de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Los delincuentes detenidos aseguraron laborar bajo las órdenes del grupo criminal “Guerreros Unidos” operante en el estado de Guerrero, y señalaron el citado lugar en donde agentes de la Procuraduría General de Justicia (PGR) se trasladaron y localizaron hasta ahora 28 cadáveres la mayoría calcinados.
La detención de los delincuentes fue resultado de las investigaciones realizadas sobre la desaparición de 43 estudiantes normalistas, quienes también identificaron a un total de 30 policías municipales de Iguala como integrantes de “Guerreros Unidos.
El policía municipal Honorio Antúnez Osorio, y los presuntos sicarios detenidos de nombre Martín Alejandro Macedo Barrera y Marco Antonio Ríos Velver, manifestaron haber participado de manera directa en el homicidio de los estudiantes en un cerro en la localidad de Pueblo Viejo.
Los detenidos dijeron haber recibido la orden del director de la Policía Municipal, Francisco Salgado Valladares, de acudir a donde se encontraban los normalistas y por parte de “El Chuky” líder de “Guerreros Unidos” recibieron la orden de trasladarlos a Pueblo Viejo. Francisco Salgado actualmente se encuentra prófugo.
El procurador de justicia no descartó de la posibilidad de que los restos hallados en las fosas clandestinas pertenezcan a los normalistas de Ayotzinapa, y señaló que en colaboración con un equipo de antropólogos forenses se espera su plena identificación mediante pruebas de ADN en un lapso de entre 15 y dos meses.
