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Uruapan, Mich., a 07 de octubre de 2014.- Es necesario que las personas con enfermedades crónico degenerativas mantengam el cuidado en su salud, mediante el control médico permanente, evitando el sedentarismo y fumar, para evitar amputaciones de pies y piernas por enfermedades como diabetes, hipertensión arterial y obesidad.
Al respecto, Homero Ramírez González, médico Cardiovascular del Hospital General de Uruapan “Dr. Pedro Daniel Martínez” de la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM), señaló que la tercera parte de los pacientes con dichas características sufren de isquemia crítica en extremidades inferiores, derivado de una oclusión crónica, es decir, la obstrucción de las arterías, lo cual les produce dolor, úlceras y hasta gangrena, de ahí la ineludible exploración de pies o piernas.
Puntualizó que una discapacidad permanente reduce de forma alarmante la calidad de vida de un paciente, sobre todo por la condición de pobreza en que se encuentran generalmente aquellos que acuden al nosocomio, de ahí la insistencia para que sus enfermedades crónicas sean bien tratadas y sus estudios clínicos rigurosamente permanentes, para evitar la amputación en personas mayores de 40 años.
“Es de trascendencia que los pacientes que tienen los factores de riesgo mencionados fueran revisados en forma oportuna por un cirujano cardiovascular o vascular, con la finalidad de detectar las obstrucciones de las arterias inmediatamente y realizar algún procedimiento para poder preservar los miembros”, explicó Ramírez González.
Expresó que el procedimiento (derivación femoro distal con vena safena) puede llevarse a cabo con un puente de vena conectado en la arteria donde está presente el pulso y llevar sangre a través de ese tubo biológico del mismo paciente, hasta el sitio donde no llega la suficiente cantidad de ese líquido vital.
Cabe hacer mención que el último caso –operado- en el Hospital General de Uruapan “Dr. Pedro Daniel Martínez” es el de un paciente de 75 años de edad, quien sufría de obstrucción de las arterias a nivel de la rodilla, lo que le producía un dolor continuo, imposibilidad para caminar y el riesgo inminente de gangrena. Fue posible restablecer la circulación sanguínea por medio de una vía venosa, conectada desde la ingle hasta la pierna librando así el segmento obstruido.
