Responsabilidades de Jara están en Michoacán, no en Roma: PRD

Morelia, Mich., a 06 de febrero de 2015.- El dirigente del PRD en Michoacán, Carlos Torres Piña, señaló que en la situación actual en Michoacán, donde aún priva la inestabilidad, la crisis de inseguridad y los conflictos sociales, no se puede permitir que el gobernador Salvador Jara, funcionarios y familiares, acudan a Roma, lo cual resulta a todas luces irresponsable, “ya que sus responsabilidades están en Michoacán, no en este país europeo”, destacó.

El estado, sostuvo, requiere de atención del mandatario estatal, y resolver los temas más inmediatos y que preocupan a los michoacanos, “un viaje significaría una acción incongruente y fuera de la austeridad que tanto se ha predicado y que requiere la administración estatal ante la carencia de recursos”.

“Su determinación de ir a este evento contrasta con el discurso que aduce la falta de recursos en el erario público, y habla de que no existe disposición para ser austeros en la administración de los recursos del gobierno y abonar a estabilizar la situación económica”, subrayó.

El dirigente del PRD sostuvo que el propio gobernador ya se curó en salud a través de su cuenta de twitter, en donde dice agradecer la invitación del embajador en el Vaticano, Mariano Palacios Alcocer y del propio Cardenal Suárez Inda, por lo que acepta que acudirá al acto de entrega de la insignia cardenalicia.

Por esta razón, y ante las versiones de que Jara Guerrero partirá y se sumará a una comitiva de hasta 250 personas que acompañará al Cardenal, y donde se ha señalado por los medios de comunicación que se encuentran su esposa Catherine Ettinger, y funcionarios del gabinete estatal, es necesario que el gobernador aclare cuántas personas lo acompañarán y de dónde saldrán los recursos, demandó Torres Piña.

Recordó que de la misma forma en que Fausto Vallejo viajó a Roma en el 2012 también con un séquito grande, ahora Jara asiste a un viaje de placer, porque no se ve cuál será el beneficio para los michoacanos al asistir a un evento en el cual no tiene una agenda de trabajo definida y tampoco tendrá un lugar representativo en el evento del Vaticano.