Nos han apedreado, pero es un gusto ayudar a la ciudadanía: Bombero

Nos han apedreado, pero es un gusto ayudar a la ciudadanía: Bombero
Autor: América Juárez Navarro / Noventa Grados | Fecha: 22 de Agosto de 2023 a las 16:41:07

Morelia, Michoacán, 22 de agosto de 2023.- A Armando Primera Chagolla, bombero con 30 años de servicio en Morelia, le ha tocado vivir momentos muy complejos en esta ciudad, desde el incendio del Mercado Santo Niño, hasta el del Mercado Independencia, entre todos los momentos que ha enfrentado, se encuentran los más duros, cuando existen victimas que son niños.

Ha sido un andar largo, señala que tiene dos familias, la de su hogar y la de su trabajo, “así somos, una familia”, refiere, el hombre que mensualmente gana 15 mil pesos por arriesgar todos los días su vida, junto con los 45 bomberos que existen en la ciudad.

“Son dos familias que tenemos, la de casa y la de trabajo, y convivimos los mismos compañeros como si fuéramos hermanos, lo que come uno comen todos, no nos andamos diciendo… Convivimos, comemos todos lo mismo; que vamos a hacer esto, lo hacemos; que vamos a hacer un convivio, lo hacemos”, expresa.

No tiene claro cuando inició, pero empezó como bombero voluntario, y en todo el tiempo que tiene laborando, ya no sabe cuántos incendios ha tenido que atender, recuerda entre los más grandes está el ocurrido en Ciudad Industrial, el de Nicandro, un empresario dedicado a la fabricación de plásticos.

Pero con su decisión ha salvado varias vidas, “no solo yo”, expone, al señalar que se siente muy bien de hacerlo, pero es más triste cuando no puede, “es triste cuando no puede uno salvarlas, es una tristeza que uno hace todo lo posible y no ha podido salvarlas. Los niños, es más difícil. En un incendio de una casa, salvamos a dos niños, pero nunca nos dimos cuenta de que una niña estaba acostada en su camita. Estaba chiquita, estaba dormida y nunca supimos. Cuando ya sofocamos el fuego fue que la descubrimos que estaba en su cama. Que, si sabemos en ese momento que estaba ahí, habríamos hecho todo lo posible por salvarla, pero no pudimos”, menciona con su mirada perdida recordando estos momentos.

Reconoce que las condiciones laborales han mejorado, hace años con menos hacían también esta labor, “ahorita mínimo nos están pagando 7 u 8 mil pesos por quincena”, explica, que, si es poco, pero es algo “de perdida”.

Sin tantos aspavientos, sostiene que solo inicio porque le gusta, era talador de árboles, tuvo muchos trabajos, muy pesados, y al estar allí, empezó a ver el trabajo y le empezó a gustar, “me conmovió mucho. El primero que me empezó a entrenar aquí fue un elemento de Bomberos que se llama Manuel García, ese fue el que me empezó a enseñar cómo enrollar una manguera, cómo desenrollarla, cómo acoplarla, conocer tipos de chorros… Fue mi maestro”, narra.

Armando Primero, tiene presentes todos los incendios, su primer momento en que se enfrentó a uno, fue justamente hace 23 años, el del Mercado del Santo Niño, no tenía miedo, solo coraje, pero asegura salvamos a Morelia, si explota el mercado habría acabado con media ciudad.

“No me dio miedo, al ver la lumbre me dio coraje, mucho coraje, porque no podíamos apagarlo, y más que había una salchicha de más de 2 mil, 3 mil de gas LP, y lo que estábamos protegiendo era la salchicha, porque si dejábamos que explotara, quién sabe cuánto a la redonda desaparecía de Morelia. En ese momento uno no piensa en nada, lo que piensa es en sofocar ese fuego y, si hay gente, tratar de salvarla, de sacarla”, dice orgulloso de su labor, mientras expresa que le emociona mucho, cuando salva una vida, “me emociono bastante. Me gusta salvar a las personas, aunque no las conozca, me gusta ayudarlas y apoyarlas”, insiste.

Su familia se siente orgullosa de Armando, pero ninguno tomó su camino, solo le piden a Dios que regrese con bien… “Ellos saben si salgo, pero no saben si regreso, ellos están dispuestos a todo”, dice, mientras afirma que nunca, a pesar de la edad que tiene no ha pensado en dejar esta profesión, “ya sólo que me corran, que me digan ‘ya deja el lugar, ya vete’”, solo así, al referir que tiene 67 años, 30 años de servicio.

Asegura que están bien, pero también sostiene que en estos momentos lo que se necesita es un poco más de personal, porque es muy poco el que hay para toda la ciudad, la ciudad es muy grande, y se requiere tener valor y, aparte de eso, tener ganas de trabajar y ayudar a la ciudadanía, es lo único, pero la gente no está acudiendo porque no les gusta este tipo de trabajo, saben los riesgos que hay, los riesgos que corren.

Recuerda que han sido apedreados, porque no sabe mucha gente que tienen paramédicos, o botiquines, pero aún así con estas situaciones, remata, “pues fíjese que sí, nos da mucho gusto ayudar a la ciudadanía”.

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