Por el Día de Muertos, los mercados están convertidos en florestas

Morelia, Michoacán, 1 de noviembre de 2022.- Los mercados de Morelia están convertidos en florestas policromáticas, en bellos mosaicos multicolores, en estampas floridas en las que imperan el amarillo del cempasúchil, el guinda de la flor de ánima, el blanco de la nube, el pompón, la flor de alhelí y el crisantemo, pero también abundan las rosas rojas y blancas, además de otras flores teñidas con matices escandalosos.
Una multitud entra y sale como río caudaloso por sus diferentes puertas, porque los morelianos son fieles a la tradición de montarles altares y ofrendas a sus fieles difuntos. Las imágenes que se pueden apreciar dentro de los mercados son estampas de un pueblo jocoso que gusta de la fiesta y la tradición.
Los pasillos de los mercados son insuficientes para dar cabida a tanto mercante, a tanto marchante, a tanto deudo que va en busca de las flores que habrá de colocar en el altar de casa o que llevará a la tumba del ser querido.
Hombres y mujeres de todas las edades se dejan ver embelesados por el amplio repertorio de ramos, manojos, ramilletes, arreglos florales, coronas y cruces adornadas para la ocasión. De suyo, aquello es una romería que sabe a dicha, que huele a gusto, que despliega emoción.
Ayer, durante un recorrido que realizamos por el Mercado de San Juan pudimos capturar una serie de imágenes que aluden al placer con que la gente, hombres y mujeres de todas las edades, busca y elige lo que más bello le parece para llevarlo consigo para el ser querido.
Un hombre de 86 años se decidió por un arreglo con rosas rojas, una niña llevaba una corona con flores artificiales muy coloridas, un joven eligió un adorno floral muy grande y lo llevaba cuan alto alcanzaba a levantarlo para que no se lo maltrataran, a un señor entrado en años solamente le alcanzó para unas cuantas flores rojas que llevaba pegadas al corazón, y una señora cuarentona se decantó por unos crisantemos amarillos muy hermosos.
Total, aquello es una romería en la que la diversidad de gustos lleva al consumo de todo lo que hay en venta, porque en Morelia no es como en la zona lacustre donde toda la gente busca sólo cempasúchil, flor de ánima y nube. Así sea.