Washington, Estados Unidos, 24 de octubre de 2013.- A pesar de que suene como un tema difícil de concebir, la falta de relaciones sexuales representa un peligro para la economía mundial, según expertos.
Esto, luego de que The Guardian publicara el domingo pasado un artículo sobre la creciente aversión de los japoneses hacia el sexo, la cual es conocida como 'sekkusu shinai shokogun' (síndrome de celibato).
Lo anterior, aunado a la disminución de la población (en 2012 se registró la menor cantidad de nacimientos en la historia del país), y al aumento de la velocidad de envejecimiento (este año la cantidad de personas mayores ha alcanzado una cifra récord), y sumado a que Japón es uno de los mayores deudores en el mundo, pese a ser una de las economías más grandes "es una bomba que no tardará mucho en explotar", señala Max Fisher, experto en asuntos internacionales".
El problema radica precisamente en la disminución de la población; en el índice de natalidad para ser precisos.
"Los japoneses no están teniendo los hijos suficientes para sostener una economía saludable", destaca Fisher en un artículo publicado en The Washington Post el pasado martes.
En este sentido, hizo hincapié en que para que la economía de un país sea 'saludable', debe existir un balance entre la población que paga impuestos y los jubilados, ya que estos están acostumbrados un alto nivel de vida y cuidados médicos.
De manera que, al perder su productividad y al no poder subsanar sus deudas, (que en el caso con los Estados Unidos es de 1.1 trillones de dólares), sumado a que su deuda pública equivale aproximadamente al 200% de su Producto Interno Bruto (PIB), es decir, una correlación mayor que en Grecia, Japón podría enfrentar impagos capaces de iniciar una crisis más fuerte que la crisis del euro, señalaron los economistas Peter Boon y Simon Johnson.
Por lo tanto, los expertos destacaron que es importante que la población del país nipón se mantenga de manera que la correlación entre la deuda y el PIB no aumente, ya que de lo contrario el país no podrá sobrevivir, pues no habrá jóvenes que puedan seguir desarrollando la economía.