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MensajearApatzingán, Mich., a 29 de noviembre del 2018.- La noche de este jueves fueron baleados el exalcalde de Apatzingán, Uriel Chávez Mendoza, y su hijo menor de edad. El Exalcalde estuvo preso acusado de vínculos con el narcotráfico y el homicidio de Octavio Contreras, exsecretario general del PAN en Michoacán. Asimismo, su familia fue víctima de un ataque en 2017, en el que murieron dos parientes de Chávez Mendoza.
La noche este jueves, Uriel Chávez y su hijo se encontraban en una pensión vehicular de su propiedad, cuando fueron tiroteados.
Ellos se encuentran en un hospital, donde se reporta su estado de salud como estable y fuera de peligro.
El 16 de abril del 2014, cuando Uriel Chávez era Presidente Municipal de Apatzingán y tenía 31 años de edad, fue detenido acusado de extorsión y de vínculos con el crimen organizado. Esto, en pleno auge de las autodefensas y el apogeo del crimen organizado en la entidad.
Tres regidores de su Administración denunciaron al entonces Alcalde por pedirles 20 mil de los 56mil pesos de su paga mensual, para dárselos a Los Caballeros Templarios. A decir de los mismos, los 12 regidores tenían que pagar la cuota e incluso Chávez Mendoza los trasladó a una comunidad donde se encontraron con miembros del crimen organizado, quienes les explicaron que el dinero era para la compra de armas.
Ya en prisión, en julio de 2014, un juez penal dictó auto de formal prisión en contra del Exalcalde de Apatzingán, por su probable responsabilidad en el delito de homicidio cometido en contra de Octavio Contreras, exsecretario general del PAN en Michoacán y exdelegado de la Profeco.
Y es que la mañana del 16 de octubre del 2013, Contreras había salido de la Presidencia Municipal de Apatzingán luego de un encuentro con el Alcalde, en el cual le reclamó el destino de varios millones de pesos que serían utilizados en la construcción de una alberca municipal.
Posteriormente Contreras desapareció y ya por la noche su cadáver fue arrojado cerca de la Presidencia Municipal, con un mensaje que decía que lo asesinaron por “andar de sancho”. El cuerpo presentaba huellas de asfixia y golpes.
Octavio Contreras era muy crítico de la Administración de Chávez Mendoza y frecuentemente hacía publicaciones de denuncia en sus redes sociales, por lo que habría sido amenazado por el propio Alcalde.
De hecho, el expresidente michoacano Felipe Calderón tuiteó luego del asesinato: ‘‘A Octavio Contreras lo habían amenazado en la propia alcaldía para que dejara de publicar en redes sociales lo que pasa en Apatzingán’’.
El 18 de abril de 2014, el enviado de La Jornada, Arturo Cano, documentó el decir de un autodefensa, quien aseguraba que Uriel Chávez Mendoza ‘‘ordenaba las ejecuciones y también le gustaba ponerle apodos a los muertitos’’; los crímenes eran perpetrados por la Policía Municipal.
De hecho, por el asesinato de Octavio Contreras, cuatro policías municipales fueron sometidos a proceso.
En el mismo tenor declaró al enviado de La Jornada el padre Gregorio López, mejor conocido como “El Padre Goyo”, quien aseguró que ‘‘Él (Uriel Chávez) sabe dónde están los 300 desparecidos, porque a él le pedían permiso. Aquí la presidencia es una pantalla, un hazmerreír. Los policías eran los secuestradores y el Presidente Municipal era el que mandaba asesinar”.
Luego, el 21 de noviembre del 2014, la Procuraduría General de Justicia del Estado cumplimentó una nueva orden de aprehensión contra el exalcalde de Apatzingán, por peculado y extorsión.
A decir de la autoridad, en 2012, en su calidad de presidente municipal, Uriel Chávez firmó un contrato con un particular que prestaría trabajos de pirotecnia para las Fiestas de Octubre. Por esos servicios se pagarían 435 mil pesos, que a pesar de que fueron debidamente tramitados y se emitieron los cheques respectivos nunca llegaron a manos del proveedor, a quien el entonces Alcalde le advirtió que no se le iba a liquidar porque tenía que cooperar con una organización delictiva y le exigió que ya no preguntara más.
En aquél entonces, como ahora, la Procuraduría de Justicia del estado estaba encabezada por José Martín Godoy Castro, quien acababa de arribar al estado junto con Alfredo Castrillo Cervantes, comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán. En Apatzingán se dice que Uriel Chávez delató ante Alfredo Castillo el paradero de Nazario Moreno “El Chayo”, líder delincuencial que habría invitado al Alcalde a su cumpleaños, un gesto reservado para unos pocos.
Pese a las acusaciones que se hicieron, la Procuraduría de Justicia no pudo demostrar la culpabilidad de Uriel Chávez en ningún delito y el 3 de septiembre del 2015 fue absuelto de todas las acusaciones en su contra.
El 31 de octubre del 2017, un grupo armado irrumpió en el rancho “Los Cuiniques” en Apatzingán, y asesinó a Jorge Soto Chávez y un menor de edad, familiares del exalcalde.
En enero de este año Chávez Mendoza reapareció como candidato a una diputación local por Apatzingán, la cual perdió.
