Morelia, Mich., 04 de marzo de 2015.- En un acto cargado de mucho simbolismo, tras la captura de Servando Gómez Martínez, el pasado domingo autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública federal, rindieron un homenaje a los policías federales caídos, 30, en el combate al crimen organizado aquí en Michoacán.
El sitio fue en Arteaga, a la orilla de la autopista siglo 21 donde en julio de 2009 doce agentes federales de la división antidrogas fueron privados de su libertad, torturados y asesinados por una célula de La familia michoacana, encabezada por La Tuta.
En el kilómetro 188 de la carretera Lázaro Cárdenas-Nueva Italia, sitio donde en ese año fueron abandonados los restos de los policías, se colocaron una cruz y flores, se montó una guardia de honor y se guardó un minuto de silencio. Allí, el comisionado general de la Policía Federal, Francisco Galindo Ceballos, dijo: “cumplimos, les cumplimos”.
Recordó que en 2009 La familia michoacana –organización que antecedió a Los caballeros templarios– estaba creciendo y el gobierno decidió enviar a la zona a “un grupo de agentes que realizaran trabajo encubierto y lo lograron muy bien.
Penetraron a las zonas más complicadas donde estaba la estructura más alta del cártel y llegaron prácticamente a estar muy cerca del líder de aquel entonces.
“Trabajaron muchas semanas, pero fueron detectados por Servando Gómez, quien los detuvo y sometió primero a un interrogatorio fuerte, duro, muy duro para los policías. La PF comenzó a buscar a nuestros compañeros y aparecieron aquí, el 13 de julio”, sin vida.
Galindo Ceballos apuntó que Michoacán, “la delincuencia le debe a la Policía Federal más de 30 compañeros, muertos o desaparecidos. Pero este fue el acto que marcó a la corporación”, dijo el jefe policiaco ante un grupo de federales que estuvieron presentes en el acto y en su mayoría son originarios de Michoacán.
En el lugar citado se colocará un monumento en memoria de los policías caídos.