Sabía por quién no votar, después del reality show denominado debate ya sé a cuál le daré mi voto

Sabía por quién no votar, después del reality show denominado debate ya sé a cuál le daré mi voto
Autor: Óscar Tapia Campos | Fecha: 25 de Abril de 2018 a las 09:08:54

Morelia, Mich., a 25 de abril del 2018.- El reality show titulado debate fue atractivo, interesante y orientador para quienes no habían decidido su voto, porque dejó ver con claridad los perfiles psicológicos de los cinco participantes, los alcances intelectuales de cada uno de ellos, la congruencia o incongruencia política que los caracteriza y si merecen o no el sufragio en su favor.

Yo, por ejemplo, desde antes tenía claro por cuál de ellos no votaré, pero no había decidido quien merece mi sufragio. Hoy día no tengo duda, ya decidí qué parte de la boleta electoral cruzaré, y se trata, precisamente, de aquel que no terminaba de convencerme.

Había decidido no votar por el que perdió el evento, ustedes  saben quién. Mi decisión está muy bien razonada desde mis ópticas y perspectivas, porque veo en él a una persona que hace exactamente lo contrario a lo que dice. Y el domingo por la noche lo que yo pensaba quedó más que confirmado porque no esgrimió argumentos para quitarse de encima sus tres características: la una, la dos y la tres.

También supe a ciencia cierta que el candidato del vitiligo no es malo, pero su fisonomía no le ayuda, porque mientras que uno, ya saben quién, es muy carismático aunque no haya congruencia entre su decir y hacer, el de los gestos adustos es el lado opuesto porque su rostro no genera confianza, ni su voz da seguridad. Dejó ver que puede ser muy buen estadista, pero no tiene madera de líder y no podrá ya salir del tercer lugar.

El que rompió el cuadro fue el otro, el cara de muñeco diabólico, el mejor preparado para debatir. Ese chamaco se colocó claramente por encima de sus cuatro oponentes; fue preciso, conciso y altamente puntual. Le dio hasta con la cuchara pozolera a ya saben quién, y éste ni las manos metió porque si lo hacía le iría peor, y como está muy arriba en el puntaje, no tuvo necesidad de entrar al toma y daca, ¿para qué?

Por su parte ella, la sombra del poder caído, fue eso, una mancha que ni fu ni fa, es decir que como la caca de gallina, ni huele ni hiede, Un cero totalmente a la izquierda de la derecha. Sin ideas claras, sin capacidad de respuesta y siempre en un tono recitatorio de tercero de primaria. Tenía muy memorizado el  guion, por eso cuando se salía de él derrapaba y se dejaba ver insegura y a la deriva.

Y el otro, el norteño, fue fresco, desparpajado, muy a lo del estilo de la gente de su rumbo, pero no pesó lo que hizo, aunque sí trascendió lo que dijo, sobre todo lo de su barbaridad de cortar manos. Ese no tiene futuro alguno en esos ámbitos. Así y todo, salió bien librado porque fue astuto a la hora de responder cuando se le cuestionó, y frontal hacia donde tenía que pegar, ya saben a quién.

No, no le echaron montón a “nagdie”, porque para echar montón es menester que los otros se pongan de acuerdo, y eso no se dio. Lo que pasó es que el que encabeza "laj encuejtas”  fue allí el rival más débil, el que calladito se miraba más bonito, buena estrategia, para qué es más que la purita verdad, aunque todo lo que se le tachó fue irrefutable, porque representante del agua y el aceite le embarró la cara hasta con su propia saliva y, luego, el de la cicatriz en el rostro demostró que el sureño omitió sus propiedades en el 3 de 3 y, para acabarla de amolar el norteño lo agarró de bajada.
Y hasta ella, la sombra del poder caído, le dio con la cubeta al referirse a sus declaraciones en Guerrero, lo de exonerar a los criminales. Y ya saben quién no pudo o no quiso ni aletear, por lo inadmisible de sus propuestas y, como ya dije antes, porque no tenía necesidad de enfrentar.

Por todo lo que esa noche de domingo sucedió en el Palacio de Minería, ahora ya también sé por quién votar.  Claro, no voy a hablar de profundidad y consistencia de las propuestas de unos  y  otros, sería jugar a la piñata porque los cinco traían un discurso más hueco y endeble que el de la ollita de Capúla, que  está agujerada de en medio y sentida del asiento.

En el chiste ese  quedó claro quiénes son los que no tienen posibilidades de contender realmente, esos tres harían muy bien en dimitir a favor de uno de los otros dos, sea por ya saben quién, o por el representante de los opuestos.

Antes del reality show yo tenía claro por quién no votaré y lo confirmé el domingo; ahora también sé por quién debo hacerlo y… Así sea.

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