En México entre el uno y dos por ciento de los delitos se castigan: José Luis Soberanes

Morelia, Mich; 19 de octubre de 2017.- La exculpación de responsabilidades por parte de las autoridades en el Nuevo Sistema de Justicia Penal es, de acuerdo con José Luis Soberanes Fernández “una forma de lavarse las manos y no asumir su responsabilidad y no decir qué vamos a hacer para que funcione bien el sistema de justicia penal y claro, en este país donde sólo el uno o dos por ciento de los delitos son castigados y en la impunidad el 98 por ciento, obviamente el sistema no funciona”. Lamentó igualmente que los responsables de aplicar este sistema como son los policías ni siquiera han sido capacitados, ni gozan de salarios dignos.

Soberanes Fernández quien ocupó por dos periodos la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, criticó que no se hizo a tiempo las reformas “es un sistema que se aprobó en el 2008, han pasado más de ocho años…si no hicieron nada en su momento: no prepararon a la gente, ni la mínima infraestructura, pues ahora no se quejen y digan que no funciona, pues ¿qué hicieron ellos para sacarla adelante, ahora mismo se quiere ver como un fracaso de la Reforma, pero se debió haber aplicado”.

Coincide en que de un sistema arcaico se fue al otro extremo, pero lo más grave fue que a nadie consultaron “cuando se aprobó esto, vieron que era políticamente correcto, pero no consultaron a os tribunales de justicia de los estados, ni a los colegios de abogados, ni escuelas ni facultades de derecho, ellos se aventaron y claro la aprobaron con singular alegría, pero no pensaron en los operadores y allí está el resultado”.

En México hay un problema muy fuerte en desapariciones forzadas, consideró el jurista “yo no veo que se tomen medidas, la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República han manifestado problemas y que iban a resolver, pero no han hecho nada, los números van en aumento de desaparecidos…lo único que yo veo son declaraciones y buenas intenciones, hay que recordar que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones”.

El investigador lamentó que la ‘gran’ reforma constitucional en derechos humanos realizada en el año 2011, “ni siquiera se ha aterrizado, ni se han hecho leyes que la reglamente, se ponían normalmente plazos de un año para sacar las leyes reglamentarias y no, no hay. Pero eso sí, han estado creando oficinas y figuras burocráticas ‘para eso si somos muy buenos los mexicanos’, se ha quedado solo allí, ¿cuál es la solución para acabar con la corrupción?, pues querer acabar con ella, porque si sólo seguimos con bonitas declaraciones, pues…”